El permanente movimiento de las aguas del mar es una fuente de energía que la tecnología moderna ha logrado aplicar en varios países del mundo. En la actualidad, los centros de investigación en el mundo trabajan intensamente para su implementación masiva; y en El Salvador, desde el 2008, se están haciendo investigaciones.
Según el secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Energía (CNE), Salvador Handal, el país tiene los recursos para producir energía undimotriz, mejor conocida como energía impulsada por las olas del mar; sin embargo, esta podría iniciar su generación hasta dentro de 10 o 15 años.

«El país tiene recurso energético en el océano y hay que prepararse en conocimiento y tecnología para explotarla sustentablemente. El Salvador posee potencial undimotriz; pero debe crearse o adaptar un dispositivo de conversión eficiente en electricidad. Se espera que se aproveche al menos un 30 % de la energía del oleaje», explicó el ejecutivo del CNE.
El presidente de Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), Daniel Álvarez, dijo que en El Salvador se tiene un oleaje «agresivo» en el que se puede explorar la metodología undimotriz.
Además, aseguró que para «este año se ha pensado en una consultoría con una empresa experta en el tema», y «será al terminar el quinquenio» en el que el gobierno ya cuente con un estudio de este tipo de tecnologías.
«Primero se estaría finalizando la planta de biogás (en el río Acelhuate) y luego se estaría trabajando en el análisis de la energía undimotriz», afirmó.
La energía undimotriz aprovecha el movimiento de las olas, las cuales están producidas por la acción del viento y son independientes de las mareas.

«Cuando este viento toma contacto con la superficie del mar, ocurre una fricción que produce las olas. La potencia de estas depende de la fuerza del viento, la superficie del agua, la extensión afectada y la profundidad», aseveró el titular del CNE.
En un estudio realizado por LaGeo y estudiantes de Universidad de El Salvador (UES), se determinó que el nivel del mar oscila entre los nueve y 11 metros de profundidad, mientras que las olas generadas en las costas salvadoreñas tienen una altura de 1.3 metros, y a medida que pasan los años estas han incrementado.
«Hemos medido que la altura significativa (promedio de todas las alturas medidas) del oleaje, es entre 1.14 metros mínimos y los tres metros máximos, por lo que las olas en el país tienen un promedio de un metro altura», explicó Handal.
El experto indicó que el periodo de movimiento de subida y bajada del oleaje -entre cada ola- es de 13 segundos, lo cual entra en el rango base, ya que el máximo es de 20 segundos y el mínimo de dos.

Además, la dirección de las olas salvadoreñas mayormente viene de 20 grados Sur-oeste con rumbo hacia el Nor-Este, siendo la zona entre La Perla y Mizata, en La Libertad, la que ha presentado mayor potencial de energía transportada por las olas.
El titular del CNE dijo que con un gigavatio (GW) de energía producida con esta metodología, se podría beneficiar a 2,000 de familias que usen 500 kilovatios en sus viviendas.
También explicó que el estimado de generación rondaría los 1,250 kilovatio-hora (KWh) por kilómetro, pero eso depende de cómo se diseñe el instrumento.
Por otra parte, con esta energía no hay emisiones, los impactos ambientales son mínimos y hay generación de empleo. Además, por medio de ese proceso se podría desalinizar agua que podría servir para proporcionarla ya potable a las personas de la costa.
Hasta el momento, Canadá es el país que cuenta con mayor capacidad instalada, mientras que Reino Unido, Corea del Sur, Portugal, España, Dinamarca, Suecia y Nueva Zelanda son los que tienen este tipo de sistema, pero con menos capacidad.
«El país tiene la capacidad para generar energía oceánica, quizás no en este momento, pero sí hay que prepararse preparando. Existe el potencial de buscar el dispositivo eficiente, óptimo, para aprovechar un 20 % o 30 % de esa energía».
Salvador Handal, secretario Ejecutivo del CNE.
«Tenemos un oleaje sumamente agresivo en el cual se puede explorar la metodología undimotriz, las olas nunca se acaban. Estamos seguros de que en este quinquenio vamos a tener un plan o un estudio de ese tipo de tecnologías».
Daniel Álvarez, presidente de CEL.