El crecimiento que ha tenido el ecosistema cripto en El Salvador allanó el camino para un clúster de bitcóin y blockchain, un proyecto que ya está en construcción y que se anunciará formalmente en unos meses, afirmó Mónica Taher, directora de Asuntos Tecnológicos y Económicos Internacionales de la Secretaría de Comercio e Inversiones de la Presidencia.
«La Secretaría de Comercio e Inversiones está liderando varios clústeres industriales. En el mapeo al principio, no estaba contemplado lanzar un clúster de bitcóin y blockchain, pero eso salió al ver la cantidad de compañías que están activas en el país, y el hecho de la cantidad de eventos semanales que hay», aseguró Taher.
El esquema se constituirá bajo el concepto de «la triple hélice», una apuesta que involucra el trabajo conjunto entre el gobierno, la academia y el sector privado. En ese sentido, según la funcionaria, el papel del empresariado será liderar, como en cualquier otro clúster, y los demás actores fungirán como un soporte.
En el caso específico del sector gubernamental, la labor se centrará en acercar venture capitalist (inversores de capital de riesgo) a los emprendedores para facilitarles el fondeo, tanto a las startups como a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
Asimismo, buscan ser un puente para llevar a cabo capacitaciones y promover el conocimiento. Un ejemplo de ello fue la ponencia que ofreció el COO de Bitrefill, Stina Liland, hace una semana en el territorio sobre cómo levantar fondos en rondas de inversión.
«El empresariado da la pauta, son ellos los que van creando el camino y nosotros proporcionando el soporte y el apoyo. Hace una semana votaron cómo quedará el liderazgo en la junta directiva […] El clúster tendrá su propio sitio web y una identidad visual definida», subrayó.
Según Taher, también se dará cabida a organizaciones no lucrativas como Mi Primer Bitcóin o Torogoz Dev, que trabajan por la educación en criptomonedas a lo largo del país.
La visión con este tipo de iniciativas es impulsar las ideas de emprendedores nacionales y facilitar las condiciones para que surja el primer «unicornio» de El Salvador. En el mundo empresarial, el término se utiliza para referirse a una empresa que alcanza una valuación de por lo menos $1,000 millones.
«No tiene que ser necesariamente un unicornio cripto, sino también otro tipo de compañías fintech. El ecosistema tecnológico es mucho más grande, es nuestro mini Silicon Valley, y este esfuerzo también es interinstitucional», declaró la directora.
Por último, Taher destacó que para que una empresa sea parte del clúster tiene que tener operaciones de manera presencial en el país.