En el Complejo Educativo Sotero Laínez de Sensuntepeque, los electores llegaron a cuenta gota: debían esperar entre cinco y ocho minutos los de la mesa de la Junta Receptora de Votos, pero entre la apatía para elegir alcaldes y diputados del PARLACEN tampoco faltó el entusiasmo.
José Jaime Amaya, por ejemplo, llegó con su esposa, su suegro y sus tres hijos: María José, Mateo y Marta Isabel para enseñarles paso a paso cómo se emite el sufragio.
«Quiero que vayan aprendiendo lo que es el civismo y por eso pasé con ellos que hicieran todos los pasos para que vayan tomando responsabilidad para que cuando sean adultos puedan ejercer el sufragio», dijo el padre.
En otros municipios como San Martín, los hermanos Marvin y Bayron Ramírez, también fueron a emitir sus votos al Complejo Educativo «Jorge Lardé» solo que ellos lo hicieron acompañado de sus amigos peludos.
La familia Méndez Quintanilla asistió junto y con su mascota Luna a votar en el Complejo Educativo Pedro Félix Cantor en Izalco, Sonsonate.
Al complejo Deportivo de Zaragoza también llegó una madre quién compartió con su hijo el espíritu de la fiesta cívica del voto, ambos salieron con su dedo marcado.