Mi padre, Armando Bukele, era un fiel convencido de que hay que celebrarle o reconocerle a las personas sus aporte o logros en vida. «Es raro que alguien hable mal de una persona cuando muere», lo escuché decir muchas veces.
Yo también adopté esa premisa. Y por eso no pude más que sentirme satisfecho cuando, el miércoles pasado, pude ver de cerca la cara de emoción de Jorge «Mágico» González, cuando le pedí que viéramos el «render» del museo en su honor que tendrá en el renovado estadio que lleva su nombre.
Jorge se agarró los pelos e insistía en mejor no decir nada, para no arruinar el momento. Pero al igual que él, yo también agradezco a Dios la oportunidad que me dio de ser salvadoreño.
Sé que unos cuantos se preguntarán ¿por qué un museo para Jorge? Yo les contesto: porque estamos convencidos de que las nuevas generaciones deben saber y conocer sobre el mejor futbolista que este país ha visto nacer. Que tanto los salvadoreños, los que vivimos en el país o fuera, así como los visitantes, tengan la oportunidad de conocer más sobre él y sus logros. Que haya Mágico González para siempre. Y, ojo, no vamos a disfrutar solo del museo, sino de prácticamente un renovado escenario deportivo.
Este proyecto, que significará una inversión de aproximadamente $22 millones, provenientes del financiamiento de hasta $115.2 millones otorgados por el Banco Centroamericano de Integración Económica para Prodeporte, nos permitirá disfrutar de un estadio moderno, con capacidad para 30,000 aficionados, con parqueo, seguridad y comodidad para sus usuarios.
Ya leí en las redes sociales más de algún comentario diciendo que con ese dinero podríamos construir dos o tres estadios o, en su defecto, pasarle una manita de gato a más escenarios. Pero nosotros no somos partidarios de solo tapar las grietas y pintar. Nosotros, en esta administración del Indes, queremos dignificar a la gran familia deportiva de este país y dejar escenarios adecuados para la práctica del deporte y la experiencia deportiva. Porque tenemos que entender que el deporte ha cambiado y que no solo se trata propiamente de la actividad deportiva para atraer, sino de la experiencia de vida que se pueda percibir con todo el núcleo familiar y los amigos.
La lista de mejoras que se harán al Estadio Nacional Jorge «Mágico» González es extensa. Comenzaremos diciendo que, en lo que hemos denominado Nuevo Espacio Deportivo, en la cancha se colocará gramilla clase A, además se hará el cambio de drenaje y la instalación del sistema de riego. La pista, por su parte, contará con la respectiva certificación de World Athletics (antes IAAF).
En la Zona Urbana y Pistas se habilitarán senderos peatonales, áreas verdes, una plaza con fuente luminosa integrada, así como mobiliario urbano. La pista de calentamiento, mientras tanto, también será certificada y tendrá 220 metros lineales, con un paso elevado y rampas para el acceso a la zona de competencia.
En la Infraestructura Externa se incluye la remodelación general de las instalaciones de la Federación Salvadoreña de Tiro, la modernización de la piscina olímpica, para que pueda albergar competencias internacionales; la habilitación de espacios para parqueo, la rehabilitación del área de juego, la cubierta e iluminación de la Cuna del Mágico, así como la renovación total de la fachada del estadio.
En el apartado de Comercio, Restaurantes y Entretenimiento tendremos, entre otras cosas, la habilitación de seis locales comerciales y un local ancla para comida rápida, en el primer nivel. Mientras que en el segundo nivel tendremos un «sport lounge» y tres locales comerciales para comida rápida, para el público que llegue a ver las competencias, así como para los visitantes que buscan un lugar diferente donde compartir y disfrutar con amigos y familiares. Y ahí mismo, como lo decíamos al inicio de esta columna, estará el museo en honor de Jorge González, que nos permitirá rendir un homenaje en vida a esta leyenda del fútbol mundial.