La recolección injustificada de las orquídeas no es la única que hace disminuir el nivel de vida de la especie, su reproducción natural también es complicada, pero al mismo tiempo es sorprendente.
Su capacidad para fecundarse es completamente una maravilla que ha sido estudiada por diversos biólogos y naturistas, entre ellos Charles Darwin quien escribió el libro «La Fecundación de las Orquídeas» para tratar de explicar las estrategias que utilizan para la fertilización.
Cada orquídea puede llegar a producir miles de semillas en cada flor, pero estas carecen de potencial germinativo, es decir, no crecen enterrándolas directamente, pero sí suelen hacerlo a través de la simbiosis con un hongo. Aunque es una forma natural de reproducción, muy pocas semillas lograrán convertirse en planta. Otra de las formas se da por medio de un polinizador, y es aquí donde surgen diversos engaños por parte de la orquídea y que son utilizados para sobrevivir y reproducirse.
Ciertas especies de orquídeas utilizan su fragancia para atraer a los machos y que estos se posen sobre ellas buscando el néctar que no producen. Al darse cuenta el polinizador se retira, pero la orquídea ya cumplió el propósito de dejar en sus patas el polen para que sea llevado a otra orquídea y sea diseminado.
En este caso, según el biólogo y miembro del comité científico de la Asociación Salvadoreña de Orquideología, Rafael Alvarado, sucede algo interesante: hay ciertas abejas machos que se encargan de recolectar los aromas de las flores de las orquídeas para utilizarlo en alguna parte de su ciclo de vida.






«Así como los tiburones pueden sentir el olor a sangre en millones de litros de agua de mar, estas abejas pueden sentir esas cantidades minúsculas de esos aromas en específico a través del aire. Pueden volar incluso hasta 50 kilómetros para perseguir esos aromas. Al llegar a la orquídea empiezan a rasparlas con sus patas delanteras que son especiales para lograr recolectar el aroma. Una vez lo recolectan con las patas delanteras pasan a las medias y luego a las traseras las cuales son agrandadas. Allí tienen una serie de tejido en las cual ellos van guardándolos», explica.
Este proceso que realiza para recolectar aromas de diferentes especies de orquídeas, porque, aparentemente, entre más aromas distintos tenga un macho, más atractivo es para las hembras. «Así demuestra que él pudo volar mucho tiempo para recolectar aromas de diversas plantas, lo cual quiere decir que es fuerte para reproducirse, porque tiene la habilidad de recolectar comida para sobrevivir tanto tiempo», detalla Alvarado.
Otras orquídeas atraen a sus polinizadores con aromas desagradables confundiendo al insecto y haciéndoles creer que poseen el alimento que buscan. De igual manera existen las orquídeas que prometen refugio con formas florales que imitan nidos de insectos donde estos puedan dejar sus huevos.
Pero la estrategia más curiosa de todas es aquella donde la orquídea promete sexo. El labelo de la orquídea imita el aspecto y el olor de una abeja hembra que hace que el macho se pose sobre ella para intentar copularla.
Durante los movimientos que realiza el macho empuja el ginostemo de la orquídea (que contiene los órganos reproductores masculinos y femeninos), y los dos polinios de esta quedan pegados a su dorso. Al darse cuenta del engaño la abeja se retira, pero sin saberlo lleva consigo los polinios para ser distribuidos sobre otra orquídea.
Por mano humana existen otras formas de reproducción que ha dado paso a crear nuevas especies. Una de las más conocidas es a través de los kekis, unos pequeños brotes que dan algunas especies de orquídeas. En sus ramos florales viejos empiezan a nacer pequeñas plantitas con raíces, estas se cortan y se colocan en macetas para obtener nuevas orquídeas.
Exposición Anual de orquídeas





Si no sabes cómo cuidar tu orquídea, deseas conocer más sobre su cuido y protección o simplemente deseas adquirir de manera regular una de estas plantas, puedes asistir a la XLV Exposición Anual «orquídeas divinas» que desarrolla la Asociación Salvadoreña de Orquideología de El Salvador.
La exposición se desarrollará del 3 al 5 de febrero, de 8 de la mañana a 5 de la tarde, en el Club Árabe Salvadoreño. El valor de la entrada es de $ 4 y los niños menores a 10 años entran gratis.
«La exposición es un evento donde se trata de dar a conocer a las personas la belleza de las plantas que se tienen. La mayoría de las especies que se verán se traen del extranjero. La exposición trata de generar conciencia en la población de cómo es el cuido de las plantas si uno las tiene, de cómo proteger a las especies que tenemos y de intercambiar conocimiento», detalla Rafael Alvarado.
La Asociación Salvadoreña de Orquideología de El Salvador es una organización que se fundó el 21 de octubre de 1968, con el objetivo de conservar y propagar las orquídeas, sobre todo las especies de El Salvador.
¿Cómo cuidar las orquídeas de casa?

Aunque este tipo de plantas no necesita un cuido especial, hay ciertas recomendaciones que se deben tomar en cuenta para que crezcan sanas y florezcan durante sus temporadas. El biólogo nos detalla algunas:
Ver espacio disponible
Se debe conocer la especie que se va a cultivar o las que ya se tienen, porque no se puede adaptar la planta al espacio, sino el espacio a las plantas.
Controlar la humedad de lugar
Se debe dejar que la tierra se seque entre riego y riego, ya que la humedad excesiva puede favorecer el crecimiento de hongos o hacer que las raíces se pudran.
El riego
Es más fácil matar a una planta por exceso de agua que por no regarla. En el país se tiene seis meses secos y seis de agua, durante ese periodo seco no se necesita agua, es decir, entra en periodo de latencia.
La fertilización
Se debe tener un calendario de fertilización con los nutrientes necesarios.
Las plagas y enfermedades
Se debe tener cuidado porque hay algunos virus que no tienen cura y pueden matar la planta.
Los insectos
Hay que estar pendiente de las plantas y revisar si no hay insectos que la estén maltratando.
Ser preventivos, no solo curativos
Compra responsable. Se debe comprar a distribuidores que traen especies cultivadas en laboratorios y que cuentan con los permisos sanitarios y de medio ambiente.
Amor y pasión Carmen Batle de Hernández es una coleccionista y apasionada de las orquídeas. Cada mañana se dedica a su cuido y observación. En la foto la acompañan el biólogo Rafael Alvarado y Francisco Sanglas (de celeste).