Diez pandilleros vinculados en la desaparición y asesinato de un gestor de cobros de una agencia bancaria son enjuiciados en el Juzgado Especializado de Sentencia A de San Salvador.
La víctima fue identificada por las autoridades como Cristian Joel Mejía Quezada, de 28 años, cuya desaparición fue registrada el 10 de enero de 2022 cuando fue visto por última vez en zona del cementerio municipal del municipio de San Martín, al oriente de San Salvador.
Fuentes oficiales indicaron que fue a eso de las 3:00 de la tarde, en calle hacia San José Guayabal. La desaparición del joven rápidamente se hizo notar porque debía de reportarse a su trabajo, pero no lo efectuó y su celular estaba apagado.
La Fiscalía General de la República (FGR) aseguró este martes que los pandilleros procesados «privaron de libertad a la víctima, robaron sus pertenencias y abandonaron su cuerpo con señales de tortura».
Las investigaciones determinaron que el cuerpo sin vida del joven fue localizado en febrero de ese mismo año en la finca La Loma. La exhumación del cuerpo se registró el 19 de ese mes. Tras el hallazgo, el fiscal general, Rodolfo Delgado, informó que Mejía Quezada llegó a la comunidad Génesis a efectuar cobro a un cliente, pero fue interceptado por pandilleros, quienes lo llevaron a la referida finca y lo asesinaron.
CABECILLA DE PANDILLA HABRÍA ORDENADO ASESINARLO
Una de las hipótesis que las autoridades manejan sobre este crimen es que la orden de asesinar al joven trabajador fue dada por un cabecilla de la pandilla 18; los sospechosos son procesados por los delitos de homicidio agravado, agrupaciones ilícitas, daños agravados y robo agravado.
Entre los señalados están: Luis Antonio Anzora, Miguel Alberto García, Fredy Mauricio Romero Rogel, Víctor Manuel Cruz Parras, Jonathan Josué Carpio Méndez, Víctor Manuel Pérez Rivera, Kevin Adonay Mejía Sánchez, Nelson Humberto Carpio y Máximo Orlando Gámez Gil.
En su momento, el director de la Policía Nacional Civil, Mauricio Arriaza Chicas, dio a conocer que los equipos de investigación al momento de procesar la escena encontraron un protector de teléfono celular cerca del cuerpo de la víctima y residuos de sangre que han servido para hacer análisis forenses.