Los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se llevaron a cabo en nuestro país, fueron toda una magistral jugada del presidente Bukele y su Gabinete al recuperar una justa deportiva que podía no haber sido desarrollada. En ese ámbito, la frase «es tiempo de trascender» se ha vuelto muy reconocida en las diferentes plataformas donde se transmitió dicho evento deportivo.
Quiero validar ante la opinión pública nacional e internacional que estos juegos forman parte de la correcta forma de hacer política bajo un nuevo esquema visionario, y que obviamente surge la actitud resiliente del señor presidente, al recuperar una justa deportiva que otro país no pudo desarrollar y que muy oportunamente nuestro país retoma y ejecuta demostrando liderazgo regional. Esta justa deportiva tiene una historia: nace a iniciativa de México, que habría participado en los Juegos Olímpicos de París en 1924, y los organiza para que la región centroamericana elevara su nivel competitivo. Fueron creados el 12 de octubre de 1926, a efecto de que coincidiera con el 434.º aniversario del arribo de Cristóbal Colón a tierras americanas, y representan la unidad de los pueblos centroamericanos y del Caribe.
No voy a detenerme a explicar las implicaciones positivas que representan estos juegos, pues se ajustan de manera perfecta a la visión futurista del presidente Bukele, organizados en tiempo récord, pues nunca se había planificado, construido y reconstruido la infraestructura deportiva en tan poco tiempo, así como toda la logística que esto implica, sin dejar de mencionar las condiciones de seguridad que actualmente tiene nuestro país y los nuevos polos de desarrollo turístico. Aunado a esto, un excelente clima de seguridad se convierte en un atractivo tanto para turistas locales como extranjeros, sin olvidar a nuestros hermanos radicados en el exterior, es decir, nuestra diáspora.
Cuando se expresa la frase «es tiempo de trascender», la cual tiene un fuerte componente no solo derivado de una política comunicacional o un simple eslogan, se refiere a los logros y avances que nuestro país tiene derivado del conocido Plan Control Territorial y apoyado por el componente constitucional del decreto de régimen de excepción, el cual lleva ya varias ediciones y que justamente permite, ahora sí, llenarnos de orgullo y sabedores de que los países de la región, particularmente los que vinieron a participar a dichos juegos, y los turistas atraídos por el mismo fenómeno validan, dan fe y dan testimonio del milagro operativizado en nuestro querido país.
El eslogan evoca a una estrategia de grandes ligas en el quehacer político, donde existe un gobierno con decisión, contundencia y valentía, saliendo al encuentro de los grandes problemas de país y colocando a El Salvador en la ventana pública a escala internacional, a tal punto de que muchos países ahora buscan tropicalizar y copiar el modelo de seguridad salvadoreño.
«Es tiempo de trascender» ahora que tenemos un país con altos estándares en cuanto a la seguridad pública, al desarrollo socio educativo, en el combate contra la corrupción en todas sus modalidades, con una coyuntura política favorable para la reelección del presidente Bukele, la cual desde ya es una realidad inminente y que a su vez no tiene marcha atrás, pues ya fue ratificado con el 100 % de los afiliados del partido Nuevas Ideas, lo que deja sin opción alguna a los grupos opositores; por lo tanto, el camino está trazado y se tendrá el espacio para trascender hacia nuevos derroteros, habiendo superado el problema número uno que aquejaba a nuestra población, como era el tema de pandillas, ahora casi extintas.
«Es tiempo de trascender» implica, como lo explicaba anteriormente, más que una frase o un eslogan publicitario; es una bandera de lucha, que seguramente el presidente Bukele y su Gabinete tienen proyectado para definir el rumbo que debe seguir nuestro país: colocarlo en la ruta del desarrollo económico sostenible, con base en la reactivación y potenciación de los sectores productivos del país, de la agricultura y ganadería, del sector textil, transporte modernizado, con un sistema educativo de primer mundo, que es la base del desarrollo, y con un cuerpo docente altamente profesionalizado, sin dejar de mencionar el desarrollo de grandes proyectos insignes como son Surf City, el Tren del Pacífico, etcétera.
«Es tiempo de trascender» ya no solo es un eslogan, es una realidad.