La semana pasada se estrenó la séptima producción de «Misión imposible, sentencia mortal, parte I», una película de acción y espías, toda una saga de películas bajo esta frase, con un reconocido y famoso tema y una producción que inició en 1996, su protagonista y ahora parte de la producción, el actor Tom Cruise que hace el papel de Ethan Hunt, un agente de la ficticia Fuerza de Misiones Imposibles (IMF), que ha recaudado hasta este último rodaje alrededor de $4,000 millones en las películas anteriores.
Tom Cruise, de 61 años, es un artista que corre máximos riesgos en la grabación de sus películas, arriesgando su integridad física y contagiando de pasión y profesionalismo a todo el reparto de actores. En esta última entrega, Ethan Hunt y su equipo del IMF enfrentarán la misión más peligrosa, arriesgada y con pocas posibilidades de éxito, además de exponer sus vidas para rastrear un arma aterradora que amenaza a la humanidad, por lo que esta aventura los llevará por todo el mundo; Hunt arriesga todo en esta última misión. Nada importa más que salvar a la humanidad, aunque arriesgue a sus seres amados y su propia vida.
La serie de «Misión imposible» y su protagonista me hicieron reflexionar sobre cómo el 1.º de junio de 2019 el presidente Nayib Bukele asumió su mandato presidencial con la misión imposible de enfrentar sabia y estratégicamente a las pandillas criminales, que ya habían causado más de 100,000 homicidios. Cuando tomaba posesión en pleno Centro Histórico de la ciudad de San Salvador prometió «recuperar el territorio» que estaba bajo la influencia y el control de las pandillas, y para esta misión se ha hecho acompañar de otros protagonistas, un equipo de profesionales en seguridad que conforman su Gabinete de Seguridad. Contra toda proyección y pronóstico, sin tener un manual o libro de recetas de cómo ganarles y combatir a las pandillas, ni productores ni directores que emitan las indicaciones.
El presidente Nayib Bukele lanzó la estrategia denominada Plan Control Territorial, diseñada, liderada, dirigida y con él al mando el 20 de junio de 2019 para establecer un nuevo registro no de una saga famosa o una serie de ficción, sino una verdadera realidad que declaró la guerra contra las pandillas, y hasta este momento la mayoría de las batallas se han ganado y en breve el protagonista hará el anuncio de la victoria.
En esta guerra y combate real contra el crimen organizado, el protagonista y director se ha hecho acompañar de un elenco de verdaderos profesionales y expertos en seguridad como el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro; el ministro de la Defensa Nacional, René Francis Merino Monroy; y el director general de la Policía Nacional Civil, Mauricio Antonio Arriaza Chicas. Cuentan con un grupo invaluable que está apoyando decididamente en unidad con el fiscal general de la república y su equipo de trabajo, todas las direcciones y subdirecciones de la PNC, la FAES, la FGR, el MJSP y sus dependencias, los diputados que apoyan el Plan Control Territorial y el régimen de excepción, los operadores del sistema de justicia y, sobre todo, un talento humano policial y de la Fuerza Armada al que le gustan y le apasionan estos retos.
Presidente Nayib Bukele, usted ha logrado lo que se decía que era la mayor misión imposible, derrotar y desmontar la organización y la estructura nacional de las pandillas criminales, recuperar la esperanza para una nación, sacar a las familias del encierro, permitir que la juventud tenga sueños, parar los homicidios, las extorsiones y otros delitos. Esta no es una producción cinematográfica, usted ha salvado las vidas de los salvadoreños. Esta es una verdadera misión imposible. Dios los bendiga a usted y a tantos protagonistas de la mayor historia para contar de nuestra república.