Humberto Torres está distante de los terrenos de juego, pero mira con el rabillo del ojo lo que acontece en el fútbol salvadoreño y afirma que no hay mucho que diagnosticar porque la enfermedad que padece es la misma que cuatro décadas atrás y la cura se conoce, pero no se aplica.
Don Beto Torres presidió una Comisión Normalizadora que instauró FIFA a inicios de este siglo para ordenar la casa y dar otro rostro a las estructuras del fútbol. Luego dirigió la Fesfut, pero tampoco le alcanzaron los esfuerzos para conseguir objetivos soñados. El exdirigente tampoco tiene buenos augurios para conseguir buenos resultados en el presente y da por hecho que los anhelos mundialistas por hoy no caben en el país.
Comienzan los ruidos de una nueva eliminatoria mundialista ¿cómo ve el panorama para El Salvador?
Lo veo difícil porque otros países han estado con mayor actividad. Sería interesante que se tuviera una oportunidad porque creo que la necesitamos para levantar el ánimo de todo el país.
España 1982 nos está quedando distante ¿Qué pasa en El Salvador porque no se llega a otro mundial?, son casi 40 años…
Porque no se trabaja de la forma adecuada. Cada vez que hay un cambio de junta directiva lo que se ha hecho se bota. No se empieza a trabajar desde las bases, los clubes no tienen una organización adecuada. Además los problemas que se suscitan generalmente entre Federación y la Liga Mayor, que es la que aporta la mayor parte de los jugadores, casi al 100%, no permite que una selección sea adecuada para entrar a una competencia con países que en el área están más desarrollados como Estados Unidos, Costa Rica, México y Honduras, que están por sobre nosotros. Nosotros somos muy pasivos y queremos que de la noche a la mañana salga una generación espontánea.
¿Qué considera se debe cambiar de cara al futuro?
Hay muchas cosas que cambiar. Se ha hablado tanto y hemos intentado tanto para que se vaya bajo un sistema apropiado para la gente joven, para que los clubes tengan sus reservas, pero que las tengan de verdad no solo por cumplir con un requisito, que tuvieran varias categorías, es decir que los equipos se convirtieran en clubes, pero eso ha sido prácticamente imposible. Durante los últimos 50 años que yo me recuerde, se ha intentado varias veces tener todas las categorías, algunas veces Alianza y Universidad lo han intentado, pero siempre se ha fallado. Cuando yo fui presidente [de la Fesfut] lo mismo. Nosotros intentamos desarrollar el fútbol menor y todo se echó a perder. Todo se echa a perder porque cuando llega alguien después de que está uno ahí cambia todo, cuando se debería retomar lo poco bueno que talvez hace uno. Y esto es lo que creo que nos tiene bastante estancados. Cuando nosotros quitamos el «Visto Bueno» creímos que la Asociación de Jugadores se iba a hacer fuerte, pero aparentemente sigue siendo débil. Y debe de haber una paridad entre el jugador, que es el principal artífice, junto con los técnicos como los dirigentes. Esa unión es la que le hace falta al fútbol salvadoreño para poder salir adelante. No se necesitan grandes cantidades de dinero porque el jugador nuestro tiene talento, pero nosotros los dirigentes los echamos a perder.
Como hombre de fútbol y dirigente debió conocer el proyecto Azul ¿Qué pasó con ese proyecto, porqué fracasó?
Lo conocí y este el momento que lo conocí yo le dije al señor [Jorge] Bahaia que eso no iba a funcionar. ¿Por qué?. Porque las intenciones eran buenas, pero necesitaban una coordinación de todas personas de todas las empresas que iban a coadyuvar en el desarrollo de ese proyecto, no solo era una cuestión que iba ser de la Federación de una o dos empresas, era de todas las que tenían que ser. Empezaron por remodelar las canchas, yo todavía guardo el ejemplar que me dieron y ahí está subrayado en donde ponía yo que eso no se iba a concluir y no lo retomaron desgraciadamente. El proyecto era bueno talvez con un par de años más de los cuatro años que se pretendían se habría podido hacer. Era un proyecto para largo plazo. Ya a estas horas tuviéramos buenos escenarios deportivos, mejores jugadores, técnicos mejor preparados, pero lo que sucede es que se trabaja muy poco en el fútbol como para poder obtener resultados. Y me refiero tanto a jugadores como técnicos y dirigentes. Y a veces también la prensa no hace ninguna presión positiva sobre las cosas malas que ven si no que se van siempre por el lado negativo desde lo que puede criticar y no damos soluciones. Yo tengo en mis archivos una entrevista que me hicieron en 1973, ya hace casi 50 años de eso y todavía tiene vigencia, todavía tenemos los mismos defectos. Eso quiere decir que no hemos avanzado absolutamente nada y todos los que hemos pasado por la Federación somos responsables. Eso deberíamos de verlo porque nos ha hecho falta muchas veces agallas para tomar decisiones radicales que puedan cambiar la estructura del fútbol.
Usted estuvo en una Comisión Normalizadora ¿Se logró hacer algún cambio, correcciones a los destinos del fútbol?
No. Los cambios que se hicieron fueron casi nulos. Generalmente eran problemas administrativos, creo que no resolvimos los problemas que se habían dejado anteriormente, y en el campo técnico no se adentró mucho. Después cuando estuve en la presidencia los siguientes años intentamos hacer algo, tuvimos resultados pésimos, resultados malos. La única cosa buena que tuvimos fue haber quedado campeones en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se hicieron en el país, y pensamos que con eso iba a haber más ánimos para trabajar en conjunto con los clubes de la Liga Mayor, lo hicimos a medias y no pudimos obtener logros y en ello, la fundamentación de los jugadores también es clave. Llegan a la Liga Mayor sin fundamentación.
¿Podría ser solución una intervención de la FIFA para sacar el fútbol salvadoreño del hoyo en que se encuentra?
No, FIFA no puede intervenir en esto. Esto tiene que ser una cuestión de nosotros. Todos los problemas de cualquier tipo, problemas sociales, problemas deportivos, problemas políticos es cuestión que lo resuelve el que tiene el problema, el que conoce las causas, el que conoce los orígenes. Nosotros debemos saber como lo vamos a solventar. FIFA ha dado muy buen aporte en los últimos 20 años como para que nosotros hubiéramos aprovechado mejorar estas condiciones. Es decir, ellos ponen parte [de la solución] el resto lo tiene que poner uno. Y la verdad voy a insistir en esto, nos hace falta mucho trabajo, demasiado trabajo como para poder pretender que vamos a crecer y no digamos que vamos a llegar a un campeonato mundial. Primero tenemos que empezar a crecer poco a poco para aspirar nosotros a tener la satisfacción de competir primero en las mismas igualdades y después clasificar a un mundial.