La subdirectora de la organización Al Otro Lado, Soraya Vázquez, aseveró que la figura del asilo ha sido desmantelada con los años y que las medidas anunciadas por el presidente Joe Biden, previo a la anulación del Título 42, solo confirman que vendió su discurso de restablecer el proceso por fortalecer las restricciones en la frontera con México, en plena candidatura presidencial para 2024.
Los organismos internacionales definen que para que un migrante pueda acceder al asilo, los solicitantes deben permanecer en el país al que desean ampararse mientras continúa el proceso, pero en el caso de Estados Unidos, la administración Biden pretende que, una vez anulado el Título 42 el 11 de mayo, ninguna persona se acerque a su frontera. En su lugar los migrantes deben usar la aplicación CBP One o recurrir a un centro de procesamiento en Guatemala o Colombia.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, aseveró hace dos semanas que los migrantes que lleguen a la frontera de manera irregular serán expulsados a través del Título 8, es decir, que serán detenidos temporalmente hasta ser deportados a sus países y tendrán prohibido intentar un nuevo ingreso por cinco años.
«El asilo ha desaparecido como un derecho humano, esa posibilidad ya no existe de la manera como la conocíamos. Es una muralla física y administrativa, el objetivo es casi sellar el paso en la frontera» tildó la subdirectora.
Para Vásquez, la aplicación CBP One no funciona porque no todo mundo puede acceder a ella. «Son pocas las personas que podrán utilizarla para alcanzar el asilo», aseveró.
Un punto en el que concuerda la directora asociada de programas de Alianza Américas, Helena Olea, quien denunció que parte del proceso de la aplicación es enviar una fotografía del peticionario; sin embargo, no reconoce a personas de color o a indígenas.
«Depender de aplicaciones como CBP One para obtener citas para cruzar a Estados Unidos no es una verdadera solución. Más allá de los muchos problemas de orden técnico de tal plataforma, su diseño omite considerar la realidad de las brechas de conocimiento, incluyendo la brecha digital, y deja fuera a las personas en situación de mayor vulnerabilidad», compartió la Alianza Américas.
Vásquez tampoco está de acuerdo con la idea de abrir centros en Guatemala y Colombia, ya que las personas tendrán que esperar «en el lugar donde están viviendo una persecución o una amenaza. Eso no es viable», indicó Vázquez.
«Es lamentable. Todos creímos que este Gobierno, que había prometido restablecer y reconfigurar el acceso al asilo, lo iba a hacer, pero ha hecho todo lo contrario. Está fortaleciendo estas medidas restrictivas para que las personas no puedan acceder a ese derecho. Cada vez se hace más estrecho el camino», comentó.
«Creemos que en sus políticas hay un cierto filtro hasta de cuestión racista y clasista. Lo vimos con la migración ucraniana que mágicamente de un día para otro tuvieron una opción», mientras que miles de familias esperan en la frontera porque aseguran que no tienen la capacidad de procesarles, manifestó la subdirectora.
Ambas líderes coincidieron que el tema migratorio se convirtió una vez más en moneda de cambio en un contexto previo a las elecciones presidenciales.
«Con su anuncio de reelección me parece que Biden se acomodó a la narrativa anti-inmigrante porque es conveniente», detalló Vázquez.
Los demócratas manejan un doble discurso, dijo.
Vulnerables
La organización humanitaria Kids in Need of Defense (KIND) aclaró que, aunque los niños están exentos del Título 42, estas políticas aún amenazan su seguridad. KIND considera que los menores deben ser protegidos de «las consecuencias de estas políticas dañinas».