Los verdaderos opositores que tienen algo importante que decir están en modo silencio, a pesar de la total libertad de expresión, ya que su capacidad de análisis o su orgullo no les permite verter ni una sola palabra en contra o a favor de las acertadas medidas y políticas públicas que de forma impecable ha ido desarrollando en este primer quinquenio el presidente Nayib Bukele y todo el equipo de primer nivel que lo acompaña, haciendo un bloque con la gobernabilidad que le proporciona la nueva Asamblea Legislativa, producto de la decisión del soberano y el resurgir de una nueva casta justa en el sistema judicial, el favor de Dios y de la gran mayoría honrada.
Los que están liderando la pírrica oposición sin propuestas viables son unos oportunistas vacíos, personajes de segunda, están ahí porque nadie se quiere echar ese trompo a la uña, son la materia prima del pueblo y su acertado sentido del humor, sirven para divertirnos. Los comentarios de los salvadoreños honestos en los barrios, lugares de trabajo y en el campo, todos los días, son la burrada de tal o cual personaje de las más variadas especies. Desde los reciclados de varios partidos y gobiernos anteriores que echan espuma de rabia al ver las estadísticas que colocan al actual y próximo presidente, líder a escala mundial, lejos en el podio en primer lugar con un altísimo porcentaje de aceptación de forma permanente; en el sótano están los demás que con certeza esperan su desaparición.
Qué papel más triste el que están jugando en busca de un milagro que nunca llega, esperando notoriedad en sus desgraciadas vidas, de las cuales nunca llegaron a hacer nada, estos personajillos de diferentes colores y tamaños que con sus acciones se asemejan a los tristes personajes al mejor estilo kafkiano, llenos de remordimientos, acomplejados, sin propuestas. De estos, la mayoría se lucró de la corrupción anterior y de ahí viene su cólera desmedida, otros ingenuos, como un señor cuyo nombre no he de acordarme, que baila ante tres pelones que le ponen enfrente a cambio de su inversión, pensando que es un gran opositor, que en otra época lo hubieran tomado en cuenta nada más para pinta y pega, hasta ahora sin una propuesta seria, hablando incoherencias en un idioma parecido al mejor estilo spanglish de película de bajo presupuesto.
¡Hey!, maitrito ingenuo, no pierda su dinerito que le costó ganar en una economía dura como es la estadounidense, a costa del sudor de tanto hermano lejano. Realmente da pena y lástima ajena, confundido al extremo, ¿que no tendrá quien le recrimine que se está gastando los ahorros de la familia sin oportunidad alguna?, alguien bondadoso que le pueda decir: «No haga el ridículo, no regale lo que nos ha costado con tanto sacrificio a una partida de lacras que le están dando casaca».
El que se lo enganchó es uno de los animales, con perdón de los animales, de lo más rata que este país pudo haber parido, un incoherente, estafador y corrupto de marca mayor que ha rebotado toda su vida viviendo de vender humo tóxico, innombrable, el que dice que lo siguen miles y la verdad es que hasta lo echan de las marchas de trabajadores, ahí lo andan buscando otros iguales que él porque «los dejó silbando en la loma», producto del desfalco de una deuda política, y al que también el fisco tiene en la mira. Ese mentiroso patológico se hace acompañar de un casi gemelo mental, un clon que echa espuma por su pobre vida frustrada.