En San Lorenzo, Ahuachapán, José Evelio Avelar Alas viajó al parque central desde el cantón Guascota junto con siete de sus hijos para aplicarse la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19.
El hombre manifestó que no había podido ponérsela por falta de tiempo, debido a que se dedica a la ganadería y su rutina cotidiana comienza a las 3 de la madrugada ordeñando las vacas, luego prepara los alimentos y también lleva a cabo otras labores en su corral. El único espacio que le queda libre es de 11 de la mañana a 1 de la tarde.
Avelar tiene 10 hijos, todos hombres, de los cuales ya siete de ellos han recibido la vacuna contra la COVID-19 y tres no porque son menores de cinco años.
«Tener 10 hijos es una bendición de Dios; entonces, hay que cuidarlos. No cualquiera los tiene, y por ellos trabajo todos los días. Entonces, hay que tener buena salud. Hoy que se da la oportunidad. Quería que viniéramos en familia porque siempre somos unidos. Ellos son mi pilar fundamental. Me ayudan en el trabajo, pero también estudian», dijo el hombre, quien aseguró que uno de sus hijos fue vacunado anteriormente.
Él también se vacunó y destacó el trabajo del personal de salud que lo atendió.
«Agradezco al personal de salud por atendernos amablemente. No es fácil atender a una familia completa. Gracias, porque también fueron muy ágiles», expresó Evelio.