Por Hugo Mauricio Urrutia / DePoesía
De la Heroica, al poniente,
como un guardián bienhechor,
el cerro Santa Lucia,
de huracanes protector,
compañero es en el tiempo,
de esta ciudad de occidente.
En sus faldas las barriadas
disfrutan de su frescura
pues café hay en sus aradas,
y un bosque, que es hermosura.
Sus zigzagueantes veredas,
nos invitan a escalarlo,
y si observando te quedas,
los senderistas, arriba,
te motivan a desearlo.
La tradición oral
nos cuenta de “mama Lina”,
una anciana bondadosa
que a medio cerro vivía,
y a la sed del caminante,
un vaso de agua ofrecía.
Todavía en aquel tiempo
el agua no se vendía.
Algunos cronistas agregan,
que colmenas ella tenía,
y si era tu día de suerte,
hasta comprar miel podías.
Habiendo escalado el cerro,
se llegaba al mirador,
de ahí se observa Santa Ana,
según el conocedor.
Allá está catedral,
allá está el María (colegio),
allí nomas el calvario,
allá el Teatro Nacional
y a un lado la alcaldía.
Lo que más bien se veía,
por estar a nuestros pies,
era el patio de maniobras,
del desaparecido tren
que otrora si existía.
Después de una amena visita,
el regreso emprendíamos,
y, luego, de nuevo en casa,
satisfechos ya dormíamos.
Río Lempa
Por Hugo Mauricio Urrutia / DePoesía
Guatemalteco, por nacimiento,
pasas a Honduras, en migración,
El Salvador es tu elemento,
pipil es tu corazón.
Tu energía es el sustento,
que potencia nuestra nación.
Renovable es, como el viento,
no contaminas región.
De tus fuentes a tu desembocadura,
vitalizas el ambiente con tu habitual frescura.
Un singular murmullo, anuncia tu cercanía por la noche, los cocuyos, iluminan tus orillas.
Es el lago Suchitlán:del río, el primer embalse.
A la colonial Suchitoto
le das un mayor realce,
¡Feliz Alejandro Coto!
Sobre el Lempa se levantan
dos puentes que son gemelos:
uno en la Panamericana (Cuzcatlán),
el otro en la Litoral (San Marcos).
Agradece la nación,
al gobierno de Japón
Ofreces agua potable,
para el Gran San Salvador,
en parte, eres navegable,
con su consecuente valor.
Electricidad limpia generas
que ilumina las ciudades,
el bien, trasciende fronteras,
¡incontables tus bondades!
¡Tanto hay que agradecerte
por los servicios prestados!
No cuidarte es ofenderte
siendo tu nuestro mejor aliado.