Su paso por «La Academia», uno de los shows televisivos más importantes de América, no la define. Lo dice con una radiante sonrisa y una mirada firme, con total convicción que su talento es mucho más grande y no puede encuadrarse en la pantalla de una televisión. Ella es Fabiola Roudha, una joven guatemalteca que tuvo un paso por el reality show, pero que ahora sigue demostrando sus virtudes musicales como artista independiente.
En la actualidad, Roudha se encuentra promocionando su más reciente sencillo titulado «Nada», grabado junto a Daniela Romo, una de las mujeres más icónicas de la música en América Latina. Con este sencillo, Roudha busca seguir abriéndose paso en el escenario musical internacional y posicionarse como una de las voces más talentosas de Guatemala y Centroamérica.
La joven conversó con Diario El Salvador sobre este nuevo sencillo, sobre su experiencia en La Academia y sobre sus vivencias como artista independiente en todo el mundo. Además, compartió mucho de lo que, desde su perspectiva, se necesita para consolidar una verdadera industria musical en Centroamérica.
Hablemos un poco de esta nueva canción «Nada», que grabaste junto a Daniela Romo.
Sí, por ahora estoy promocionando este nuevo sencillo, llamado «Nada», que grabé junto a Daniela Romo. Recién salió el 8 de marzo. Es un bolero, por lo que es un género que se sale totalmente de lo que hacemos Daniela y yo, pero así nació está canción. Ya está disponible en todas las plataformas digitales y el video disponible en YouTube.
¿De qué habla la canción?
Realmente, en el proceso de creación de esta canción, me enfoque primero en la música. Ya cuando tenía la música terminada, me di cuenta que daba para que fuera una canción de desamor. Los boleros suelen ser muy melancólicos, entonces me dije: «Esta tiene que ser una canción con una letra que te pegue al corazón, que te desgarre». Así surgió la idea del concepto de la letra y, con el nombre, el mensaje es enfocado en que, al tener nada, tienes un todo. Cuando ya no queda nada en una relación es cuando uno se vuelve a reencontrar. Todo termino de ciclo te hace ser una mejor persona y hay que aprender a soltar.
Grabaste la canción con Daniela Romo, una mujer con una amplia trayectoria. ¿Cómo fue la experiencia de grabar junto a una artista tan icónica?
Es una gran experiencia. Como compositora y cantante esto me abre muchísimas puertas, sobre todo compartir con una artista que ha marcado a una generación y que su música va a seguir por siempre. Aprendí mucho de cómo ha llevado su carrera y tuve el gusto de poder platicar con ella sobre su proceso y me contó lo mucho que le costó, que fue más actriz que cantante al principio, pero que fue desarrollando su talento musical también pero que no le fue fácil. Todo es una experiencia que me hace crecer y que atesoro muchísimo.
Tenés una carrera marcada por tu participación en «La Academia». Desde tu experiencia, ¿estos programas o realitys benefician a los cantantes y artistas?
Todos los espacios donde uno pueda poner el talento te van a ayudar. Cabe recalcar que, cuando estás en un concurso, tú no eres artistas porque estás cantando las canciones de alguien más. Artista es el que crea, cuando creas una propuesta desde cero, pues ahí ya eres un artista. Los realitys te ayudan a que la gente te conozca, pero no hacen una carrera. Cuando salís de esos shows es cuando ya tenés que crear una carrera musical. Al salir de eso, si sabés componer, pues genial, pero si no, tenés que buscar quién te componga, quien entienda tu mensaje. Siempre después de un concurso la gente se pregunta por qué ya no sonó, pero es porque ya no salís todas las semanas en un programa de televisión, sino que el artista está enfocado en crear la música, en trabajar en la producción y en hacer tantas cosas para sacar nueva música.
Esos programas te ayudan a conocer más sobre la industria. En mi caso, estar en La Academia me dio un poco más de aprendizaje y para ser más vivo en la industria, me enseñó manejo de cámaras, saber leer un script y manejo de cámaras, pero no te van a enseñar música, no te van a enseñar canto, todo eso tenés que llevarlo ya aprendido.
Pero Fabiola Roudha es más que una participación en La Academia. También tenés una proyección como artista internacional que te permite conocer otras realidades. Desde esa experiencia, ¿qué creés que falta en Centroamérica para crear más artistas exitosos y de calidad?
Oportunidades, espacios donde realmente se dé vida a la música, donde los medios de comunicación pongan un 80 % de su programación para los artistas nacionales y el restante que sea internacional. Faltan conciertos, que cuando venga un artista grande, al artista nacional no lo quieran hacer tocar gratis, sino que lo vean al mismo nivel que al artista internacional. Eso es lo que nos hace falta en Centroamérica y que entiendan que ser músico es un trabajo, es ser empresario, porque como músico nos toca aprender de marketing, de negocios, tocar varios instrumentos, saber de redes sociales, aprender varios idiomas, es como una empresa, como saber de todas las áreas de una empresa. El día que el empresario centroamericano entienda la importancia de la música, ahí va a crecer la industria en el área.
Has tenido también experiencia con artistas salvadoreños y centroamericanos. ¿Cómo ha sido ese tiempo de compartir con otros?
Sí, he compartido mucho con artistas de El Salvador y Centroamérica. Me gusta trabajar con artistas centroamericanos porque uno pude compartir muchas cosas, muchas formas de pensar y muchos géneros y hay mucho talento. Una de las cosas que ayuda a crecer a la industria de la música es que los artistas centroamericanos hagamos colaboraciones, que hagamos match. He tenido la oportunidad de colaborar con Cartas a Felice, que son una increíble banda, con Clément, que le está yendo súper bien en México, he trabajado con artistas de Costa Rica y con otros de Guatemala. Trabajar con otros artistas de la región produce un intercambio de experiencias que nos ayuda a crecer a todos.
Estás promoviendo tu sencillo «Nada» en Centroamérica, en este ejercicio de intercambio. ¿Cómo has vivido esta experiencia?
Ha sido lindísimo. Desde que salió la canción la han recibido súper bien. Se lanzó en Guatemala y, al día siguiente, me fui a México, donde era la prueba de fuego. Muchos se preguntaban cómo una guatemalteca iba a hacer ese tipo de temas y al final les encantaba la canción. Luego comencé la gira centroamericana. Estoy en El Salvador, voy para Costa Rica, luego viajo a México. El recibimiento ha sido bonito, pero, como artista independiente toca moverte más, así que es algo agotador también, pero muy satisfactorio.
Siendo artista independiente y centroamericana, ¿te ha sido difícil abrirte paso internacionalmente? ¿Hay estigmas con los que has tenido que luchar?
Cuesta mucho porque son varios estigmas. Ese ha sido el problema de cómo el Turismo en los países de nuestra región no ha sabido hacer su trabajo porque nos tienen con otra imagen a los centroamericanos. He ido a China, a varios lugares fuera de América, y me han dicho: «¡Wow, tienen instrumentos! ¡Pero si ustedes viven en las selvas!». Me toca explicar que no es así, que somos como todos los demás en el mundo. Nuestros departamentos de Turismo han expuesto nuestra riqueza natural, que es valiosa, pero no exponen nuestra riqueza artística que también es hermosa. Me pasa muy seguido, pero la música sirve también para que nos mostremos y que el talento de la región se muestre y se proyecte.