Al menos 22 conductores arrestados el pasado fin de semana por manejar bajo los efectos de bebidas alcohólicas fueron remitidos este lunes a los Juzgados de Paz de San Salvador donde son acusados por la Fiscalía General de la República (FGR) de conducción peligrosa.
La mayoría de los conductores señalados recibieron medidas cautelares, como evitar consumir bebidas embriagantes, llegar a firmar periodicamenre al respectivo juzgado donde fueron acusados y deberán someterse a un curso de educación vial.
En total, fueron 26 conductores interceptados por las autoridades policiales entre el sábado en la noche y madrugada del domingo, la mayoría fue intervenido en dispositivos instalados en la capital, principalmente en la Zona Rosa donde instalaron cuatro dispositivos en paralelo, dos arrestos más ocurrieron en el occidente del país.
Al respecto de estos dispositivos, el Viceministro de Transporte, Nelson Reyes, aseguró que estas medidas sorpresivas se intensificarán para evitar que ebrios al volante provoquen accidentes viales.
«Queremos hacer el llamado a la población para que evite conducir bajo los efectos del alcohol, estos controles no van a parar y se van a intensificar, vamos a buscar nuevas maneras de encontrar conductores que manejan bajo los efectos del alcohol», aseguró el funcionario.
El viceministro reiteró que conducir bajo los efectos de bebidas embriagantes es un delito tipificado en el Código Penal. Agregó que, además de evitar que los conductores incurran en estas acciones buscan prevenir que circulen distraídos, a excesiva velocidad o bajo los efectos de otro tipo de drogas.
Este lunes, las autoridades reportaron la detención de un motorista de la ruta 4-T, que hace recorrido entre Ciudad Delgado y el centro de San Salvador, que dio positivo 103 miligramos de alcohol sobre decilitro de sangre (mg/dl). El microbusero fue interceptado sobre la Alameda Manuel Enrique Araujo, la unidad placas MB-6855 fue decomisada.
Según la normativa de Tránsito, si una persona es sorprendida por la Policía manejando con niveles de entre 50 y 99 mg/dl no será detenida, pero sí multada con $57.14; sin embargo, si supera dichos rangos o se niega a realizarse la prueba de alcotest será arrestada y su vehículo confiscado.
Inicialmente los detenidos son llevados a las bartolinas policiales, pero cuando se entregan los oficios pasan a la orden de los tribunales del país acusados por la Fiscalía del delito de conducción temeraria. Según los registros del VMT, en lo que va del 2023 han sido arrestados más de 1,200 conductores ebrios.