«Estimamos un plazo de seis a ocho semanas para que el presidente Lula pueda volver a viajar después de la operación. Hasta entonces, vamos a intensificar la agenda en línea», dijo en una entrevista con el canal de noticias Brasil 247.
Según explicó, la intervención del presidente, de 77 años, «es una cirugía relativamente simple que exige una buena recuperación. Esa recuperación requiere no viajar en avión, por ejemplo, por temor a embolias o trombosis».
Durante su recuperación, Lula da Silva trabajará en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial de Brasilia, y llevará adelante una agenda online para continuar con sus obligaciones como jefe del Estado.
Diagnosticado con artrosis, el mandatario ha dicho públicamente en varias ocasiones que siente dolores en la cadera a raíz de un problema en la cabeza del fémur.