El gobierno y la oposición de Venezuela anunciaron este lunes que retomarán el proceso de negociación política con una reunión en Barbados en la que también participará Estados Unidos, con un interés más vinculado a la migración y lo económico.
Las conversaciones se realizan poco después de un acuerdo entre Nicolás Maduro y Washington pese a no reconocerlo formalmente como presidente, y a días de las elecciones primarias de la oposición.
Las partes informaron en un comunicado su decisión de «retomar el proceso de diálogo y negociación, facilitado por Noruega, con el objetivo de llegar a un acuerdo político».
«Se iniciarán las reuniones el 17 de octubre en Bridgetown, Barbados», añadió el texto publicado por el gobierno noruego y difundido por los jefes de ambas delegaciones.
Las conversaciones, que hasta ahora se habían desarrollado en México, comenzaron en agosto de 2021 pero en octubre de ese año fueron suspendidas tras la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab, acusado de lavado de activos y señalado de ser testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Fueron reanudadas brevemente, pero en noviembre de 2022 se dio una nueva ruptura luego de que el gobierno de Maduro condicionara el diálogo al desembolso de 3,000 millones de dólares de fondos congelados de Venezuela en el exterior y administrados por Naciones Unidas.
Expertos estiman que de la reunión en Barbados puede salir un primer acuerdo en el que, a cambio de flexibilizar sanciones, se permitan las primarias opositoras del 22 de octubre, se elabore un cronograma electoral para 2024, se liberen presos políticos y, el punto más álgido de la agenda, se estudie levantar inhabilitaciones políticas.
María Corina Machado, que debe resultar ganadora de las internas que definirán al rival de Maduro, en teoría no puede postularse a presidenta porque está inhabilitada por 15 años.
«Es improbable que las inhabilitaciones sean resueltas, pero el gobierno de Maduro dejaría la puerta abierta para decidir sobre ellas en el futuro, probablemente señalando que los inhabilitados pueden recurrir la medida ante el Tribunal Supremo de Justicia», explicó a la AFP Mariano de Alba, asesor senior del International Crisis Group.
El gobierno estadounidense -que tiene canal directo con Maduro- ha flexibilizado el embargo energético impuesto en 2019 con licencias que permiten operar a algunas petroleras como la gigante Chevron. Insiste en que acuerdos para las elecciones del próximo año ayudarían a levantar más de las medidas punitivas.
Funcionarios estadounidenses tienen previsto viajar a Barbados y reunirse con representantes de ambas delegaciones. «Lo que más influye en el esfuerzo de Estados Unidos para buscar un acuerdo es tratar de frenar la migración venezolana, pero el interés energético también está presente», estimó De Alba.