Perseverancia y disciplina. Estas dos palabras definen perfectamente el trabajo del grupo Crash. Un conjunto pionero en la danza moderna del país y que a la fecha ha representado a su patria con orgullo también fuera de sus fronteras.
La entrega y el amor por el baile, pese a los retos de la vida, siguen tan a flor de piel como el primer día. Grupo Crash surgió hace dos décadas cuando Daniel Chinchilla tomó la decisión de dejar las excusas de lado y comenzó a crear sus oportunidades.
Conversando con «Diario El Salvador», el maestro de danza recordó que desde el colegio le gustaba bailar, y esa pasión se vio fortalecida cuando aprendió coreografía.
«Cuando salí del colegio me dijeron si podía ingresar a una compañía, pero luego me aconsejaron que mejor hiciera la mía. Para ese entonces solamente existía un grupo que era el del maestro Mauricio Bonilla, entonces dije hay que intentarlo, así surgió», comentó.
Ver crecer el nombre de Crash significó no solo un logro sino también un compromiso con este arte, que en tiempos de pandemia han reinventado con resiliencia.
«Cuando comencé el grupo tuve la oportunidad de emigrar y de vivir en otro país. Entonces fue ahí donde aun teniendo otras oportunidades dije que haría algo por mí y crearía algo nuevo en el país, para que la gente conociera la marca que había hecho y conociera nuestro trabajo», agregó Daniel, mientras hace un breve receso dentro de sus ensayos.
La docencia es parte de esta motivación, ya que afirmó que hay muchos jóvenes con interés de aprender, tanto que por ahora el grupo Crash cuenta con alrededor de 30 talentosos integrantes, donde 15 son hombres y 15 mujeres; «estamos bastante equilibrados», indicó Daniel.
«Hay muchos jóvenes que quizás no tienen las posibilidades económicas, sin embargo, nosotros aquí en Crash siempre les abrimos las puertas, porque hay mucho talento que por razones como esta [falta de recursos] está desperdiciado. Nosotros jamás le decimos no a nadie, independientemente de su condición económica», comentó Chinchilla.
Julio contó que les gratifica ser formadores, ya que muchos bailarines profesionales que ahora tienen sus propias escuelas han dado sus primeros pasos en Crash. «Formamos parte de su historia artística. Hemos sido cuna de artistas».
Como grupo han visitado Centroamérica y México. Se quieren internacionalizar más y están trabajando en algunas propuestas que tienen para volver a Estados Unidos y a tierras aztecas. En este último país, nos comentaron que tienen a una digna representante.
Se trata de Fátima Molina, una joven salvadoreña que actualmente está radicada en México y que, además, ha trabajado como modelo y bailarina profesional para diversas compañías y para las cadenas de televisión Televisa y TV Azteca. También ha participado como modelo en cortometrajes.
«Ella es prácticamente nuestra representante allá en México, y cuando viene al país baila con nosotros», agregó Chinchilla.
«Cunplir 20 años en este contexto fue una prueba grande, pero nos ha hecho más fuertes, pues seguimos trabajando con más ganas». Julio Cerna, cofundador de grupo Crash.
EL MOMENTO ES HOY
Julio Cerna también es miembro fundador. Se integró a los dos años de la creación del grupo. Él y Daniel hacen mancuerna no solo cuando están frente al público, sino al momento de los ensayos.
«Cuando comenzamos ensayábamos en la cochera de una casa con un grupo de 10 jóvenes, que estaban estudiando su bachillerato. Poco a poco fuimos entrando en el gusto de la gente», recordó.
Como grupo retomaron sus prácticas el primer sábado que levantaron la cuarentena. «Desde entonces ensayamos todos los sábados sin falta y entre semana dos días más», detallaron. Sus ensayos son en un gimnasio de Antiguo Cuscatlán. Con la reapertura las ofertas de presentarse en vivo en restaurantes, bares y discotecas también comenzaron. «Para nosotros es mucho más que un aniversario. Es sobrevivir artísticamente a un acontecimiento tan difícil como la pandemia», relató Cerna.
Cuando la pandemia los golpeó, el no poder ofrecer espectáculos los llevó a crear Crash Food, un servicio que ofrece almuerzos a domicilio. «Empezamos a vender comida. Estábamos lejos de los escenarios. Lo hicimos con un poquito de miedo, pero la respuesta de la gente fue algo increíble, su cariño», afirmó Cerna sobre este proyecto que continúa junto con las presentaciones.