Las familias haitianas son forzadas a abandonar sus hogares dos o hasta tres veces por la violencia de las pandillas en Puerto Príncipe. Dejan atrás sus comodidades por tratar de sobrevivir en campamentos o autobuses abandonados, con el anhelo de recuperar algún día sus trabajos y estudios.
Del 11 al 21 de noviembre se desplazaron más de 40,000 personas; de ellos, el 90 % se encuentra refugiada en 23 campamentos, incluidos 19 creados recientemente para dar cabida a la abrumadora cantidad de personas, comunica la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en un informe.
«Las personas desplazadas se enfrentan a condiciones terribles, con acceso limitado o nulo a agua, alimentos, saneamiento y atención sanitaria», señala el organismo, que atiende esta crisis humanitaria desde 2022.
En total hay más de 700,000 personas desplazadas en Haití, resalta el documento. Parc 10, que antes era un garaje, ahora sirve como un refugio gigante para 1,300 personas desplazadas, quienes viven entre autobuses y carros que antes tenían un propósito diferente.
«La vida aquí es una mezcla extraña del pasado y del presente y los mecánicos siguen trabajando con los carros, mientras las familias cumplen con sus rutinas en medio del ruido mecánico de herramientas y motores», describe la OIM tras una de sus visitas.
Aunque las condiciones no son las ideales y la privacidad es escasa, la población prefiere estar a salvo que oprimida por las pandillas o con miedo de ser secuestradas. Además, en medio de la incertidumbre, los habitantes se han adaptado y han reconstruido nuevas comunidades, lo que muestra un «espíritu de resiliencia frente a la adversidad», indica la agencia.
«Nuestros equipos están trabajando incansablemente en condiciones extremadamente difíciles para brindar asistencia vital. A pesar de las inmensas presiones, nuestro personal se mantiene firme en su compromiso de apoyar a las familias desplazadas y garantizar que se satisfagan sus necesidades esenciales», afirmó el director de la OIM en Haití, Grégoire Goodstein, citó la OIM.
Muchos habitantes logran establecerse en los albergues temporales, pero otras pierden su vida en la batalla entre las bandas. En lo que va del año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha registrado 4,544 muertes y 2,060 heridos, con la probabilidad de que las cifras reales sean mayores.
«Los cerca de 4 millones de habitantes de Puerto Príncipe son prácticamente rehenes de las bandas que controlan las principales carreteras de entrada y salida de la capital», aseguró el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk.
HISTORIAS
ESCAPÓ MÁS DE TRES VECES
Una madre vive junto con su bebé en un campamento en Virginie sans Peur. Actualmente ya perdió la cuenta de las veces que ha tenido que escapar de su propiedad en Carrefour Feuilles. «Ni siquiera sé cuántas veces hemos abandonado nuestro hogar. Es como si nunca pudiéramos dejar de correr», comentó a la OIM. Aunque se preocupa del futuro que le puede ofrecer a su hijo, prefiere que ignore sus actuales circunstancias. «Él no entiende nada de esto y yo no quiero que lo haga. No debería tener que hacerlo», aseguró.
EXTRAÑA APRENDER
Un adolescente de 15 años residente en Parc 10 recordó con nostalgia sus días en la escuela, especialmente cuando su mayor aspiración es convertirse en maestro. Su familia también salió de Carrefour Feuilles por temor. «Echo de menos la escuela. Solía ir todos los días. Ahora solo espero, con la esperanza de que las cosas mejoren», manifestó. «Extraño a mis amigos. Extraño aprender. Algún día quiero ser maestro. Quiero ayudar a otros niños, como mi maestra me ayudó e inspiró a mí», compartió.