El Plan Control Territorial (PCT)y el régimen de excepción han permitido que el Gobierno del presidente de la república Nayib Bukele logre la reducción histórica de los homicidios y registre meses con días sin ese tipo de hechos.
Según las estadísticas del Gabinete de Seguridad, julio y agosto de 2022 han sido los más seguros en la historia del país: cada uno concluyó con 21 días sin homicidios.
Aunado a esas cifras, el presidente Bukele anunció ayer en Twitter que en los primeros cuatro días de septiembre no se han reportado muertes violentas. «Termina el cuarto día de septiembre. Los 4 sin homicidios. Hace pocos años éramos literalmente el país más inseguro del mundo. Ahora estamos en camino a ser el más seguro de América. Seguimos… », escribió el mandatario.
Su anuncio fue aplaudido en redes sociales por los diputados del grupo parlamentario de Nuevas Ideas, quienes han dado sus votos para la aprobación y las prórrogas del régimen de excepción y para el financiamiento del PCT.
«Un Gobierno que tanto se soñó por años, donde la prioridad son los salvadoreños y no los intereses personales de los políticos del pasado», reaccionó el diputado Edgar Antonio Fuentes. En iguales términos contestaron los legisladores Mauricio Ortiz y Helen Jovel.
La semana pasada, los grupos parlamentarios de Nuevas Ideas, GANA, PCN y PDC votaron desfavorable a un proyecto de ley que fue presentado por la diputada del FMLN Anabel Belloso, con la finalidad de derogar el régimen de excepción que inició el 27 de marzo anterior.
Para la bancada cian sería un error derogar una medida constitucional que ha permitido la captura de más de 50,000 miembros de maras y pandillas, y facilitado el decomiso de armas de fuego, municiones, drogas y dinero en poder de los grupos delincuenciales.
El diputado cian Walter Coto expresó recientemente que sería «descabellado» derogar el régimen de excepción, tal como solicitó el FMLN, expartido de Gobierno.
En el pasado y según casos judicializados por la Fiscalía General de la República (FGR), dirigentes del FMLN, así como de ARENA, negociaron con las pandillas a cambio de obtener su respaldo en las urnas.