En su primer día de la visita de Estado del presidente Nayib Bukele a Costa Rica, el gobernante salvadoreño ofreció la ayuda de El Salvador para colaborar con el Gobierno del presidente Rodrigo Chaves para atender a la población afectada en la costa atlántica por las inundaciones provocadas por el huracán Rafael, que azota el Caribe.
«Nosotros teníamos una misión lista para ir a Valencia con 300 rescatistas, insumos médicos, alimentos, un avión lleno. Lo tenemos listo desde hace días. Entiendo que el Gobierno de España, por alguna razón, no está recibiendo ayuda internacional. Podemos enviarlo aquí [a Costa Rica] mañana mismo», ofreció el presidente Bukele.
Chaves aceptó de inmediato. Agradeció la ayuda y pidió bendiciones para el presidente Bukele. Dijo que Costa Rica no iba a rechazar una ayuda de esa naturaleza. En efecto, apenas unas horas después de su anuncio, el primer contingente de rescatistas y ayuda humanitaria llegó a Costa Rica procedente desde El Salvador. En total han sido cuatro aviones con ayuda y 304 especialistas en rescates, los cuales han sido desplegados a las zonas más complicadas para despejar vías que estaban obstruidas y entregar ayuda a pobladores.
Guanacaste está en alerta roja. La lluvia lleva 12 días sin parar, y ahí es donde están colaborando los salvadoreños. Es en esas circunstancias que la solidaridad se vuelve importante y perfila de mejor manera las buenas relaciones entre los pueblos.
En el marco de su visita de Estado, el presidente Bukele y su homólogo costarricense anunciaron el lanzamiento de la Liga de Naciones por la seguridad y la prosperidad, que, si bien empieza con El Salvador y Costa Rica, está abierta a abrir las puertas a otras naciones que tengan la misma visión de trabajo a favor de su población. La Liga de Naciones presentará propuestas al resto de los países del mundo y al nuevo Gobierno de Estados Unidos, que será dirigido por Donald Trump.
La unidad de los países pequeños, pero con gobiernos interesados en querer llevar lo mejor a sus ciudadanos, como lo reseñó el presidente Bukele, buscará amplificar las voces para que sean escuchadas en el concierto internacional.
De entrada, El Salvador y Costa Rica firmaron una serie de acuerdos en materias como turismo, economía, cultura y medioambiente, además de acuerdos en seguridad, comercio y electricidad.
De esta forma, dos democracias centroamericanas se unen para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, el objetivo que todo Gobierno debe priorizar.