El Salvador conquista 500 días sin homicidios durante los primeros cuatro años y medio de gestión del presidente Nayib Bukele, gracias a las políticas de seguridad pública implementadas y al éxito del Plan Control Territorial junto con el régimen de excepción.
Este es un resultado medible y que no tiene precedente en la historia, pero no solo salvadoreña, sino de todo el continente. A diferencia de las aparentes reducciones de homicidios durante los gobiernos del FMLN —que se basaron en la negociación cínica y traicionera con las pandillas, a las que les entregaron millones de dólares para que ocultaran sus
asesinatos, desapareciendo a sus víctimas—, el presidente Bukele ha conseguido este éxito histórico con base en las decisiones valientes de atacar directamente y sin cuartel a las organizaciones terroristas que tanto luto, dolor y daño económico causaron al pueblo salvadoreño.
El cerco de seguridad a la ciudad de Soyapango cumplió recientemente un año de haberse implementado, y lejos de ser el atentado a las libertades civiles como lo decían los propagandistas de las pandillas y de la oposición, ha llevado paz y tranquilidad al pueblo, mejorando sustancialmente su calidad de vida y potenciando sus libertades.
Con las maras, en Soyapango no se podía circular libremente porque corría el riesgo no solo de ser asaltado, sino de ser asesinado por satisfacción brutal de unos criminales sin escrúpulos. Las empresas no podían operar y habían limitado sus servicios. Luego de la intervención del Estado a través de la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada,
el resto de las instituciones públicas pudo involucrarse, mejorando —como nunca pudo— los servicios para la población, como el agua potable (ANDA no podía llegar porque amenazaban a sus empleados e incluso los pandilleros controlaban el servicio, extorsionando a los habitantes), la salud y la educación.
El país, bajo el liderazgo del presidente Bukele, ha conquistado la verdadera paz y, con ello, el pleno disfrute de los derechos humanos de los ciudadanos, libres ahora del terrorismo de las pandillas y con todo el potencial del espíritu innovador y la laboriosidad de los salvadoreños.
Estos son los logros por los que el pueblo reconoce al presidente Bukele y por los que va a elegirlo en un nuevo mandato, para continuar por el rumbo correcto con más días lejos de la violencia homicida de las maras y superando de una vez a la vieja y política clase corrupta.