En gobiernos y legislaciones pasadas nunca se interesaron en hacer valer el derecho que nuestra diáspora tiene para desarrollar el sufragio estando fuera del territorio nacional; el tema del voto en el exterior contempla el derecho constitucional de la república, el cual garantiza que todos los ciudadanos salvadoreños, mayores de edad, pueden participar en la elección de cargos electorales.
La diáspora siempre ha solicitado el derecho que por ley les corresponde al ser salvadoreños. He vivido en carne propia las diferentes complicaciones para ejercer mi derecho como ciudadano. Período tras período electoral, los políticos de turno nunca se interesaron en brindar estas solicitudes que les hacíamos, y no era por falta de recursos que no lo hacían, sino por falta de interés en impulsar la participación de comunidades salvadoreñas en el exterior.
Por ello, a iniciativa del presidente Nayib Bukele junto con cancillería y con el apoyo de la comisión de reformas electorales y puntos constitucionales, ayer en la sesión plenaria ordinaria N.° 20 se aprobó la Ley Especial para el Ejercicio del Sufragio desde el Exterior, que está enfocada como una verdadera ley integral, con herramientas innovadoras que respaldan la transparencia en la voluntad del pueblo.
Recordemos que antes era solo un
10 % de connacionales que poseían DUI emitido en el exterior, a causa de diferentes fenómenos que pueden atribuirse desde la complejidad del proceso de inscripción de ciudadanos en el padrón electoral hasta los problemas logísticos para el envío y la recepción con paquetes de documentación electoral, además de la debilidad en las campañas informativas para dar a conocer todos los detalles del proceso en los plazos idóneos.
Es de carácter urgente establecer mecanismos efectivos para que nuestra diáspora tenga acceso a toda la información relevante durante las diferentes etapas del proceso electoral, poniendo particular énfasis en el período de empadronamiento, para que los ciudadanos completen la inscripción en los plazos correspondientes. Con ello se facilita y se garantiza el respeto a la democracia del pueblo en la toma de decisiones políticas.
El voto en el exterior es un hecho histórico que beneficia a nuestra diáspora y a nuestro país en general. Durante décadas, como diáspora buscamos este apoyo y ahora lo tenemos. Logramos saldar una deuda histórica con todos los salvadoreños en el exterior, con más de 3 millones, que día a día nos representan y aportan en nuestro desarrollo económico y social.
En la comisión de reformas electorales y puntos constitucionales, junto con las autoridades pertinentes, seguiremos trabajando para otorgar las herramientas y los mecanismos necesarios para que esta ley tenga todas las credenciales necesarias y se lleve a cabo el derecho que nuestra diáspora y nación se merecen, para una mayor democracia participativa en un año en el que celebramos nuestro bicentenario de independencia patria.