Tras el cierre de una Semana Santa exitosa, que atrajo a más 102,000 turistas internacionales, y la creciente llegada de inversionistas al país, el comisionado presidencial de Proyectos Estratégicos, Cristian Flores, destacó la importancia que han tenido las acciones de seguridad para consolidar la buena marcha de las actividades económicas.
Para Flores, la apuesta del presidente Nayib Bukele, que, a la fecha, ha sacado de circulación a más de 67,200 pandilleros, es clave en la atracción de turistas y capitales, y aseveró que los empresarios internacionales le manifiestan el potencial de réplica que tiene esta hazaña.
«[Los inversionistas] lo ven como un modelo replicable en el mundo, incluso se preguntan por qué sus países no han dado esos pasos», comentó el comisionado.
Sumó que, emprender una apuesta por la seguridad de la magnitud de la que se realiza en El Salvador requiere «un enfoque claro, y un líder con el carácter del presidente Bukele», por lo tanto, aunque el empresariado reconozca la necesidad de impulsar medidas similares en sus naciones, no es algo fácil.
«En El Salvador hemos visto como los turistas e inversionistas se sienten tan confiados y tranquilos, la población misma puede circular con mayor tranquilidad», subrayó.
En concreto, el comisionado consideró que estas condiciones se traducen en un impulso económico, que genera divisas y permite al Estado ejecutar obras como la modernización de carreteras, avances en conectividad, entre otros.
Sobre este mismo tema opinó el ministro de Trabajo, Rolando Castro, quien destacó que a escala interna se nota la incidencia de las condiciones de seguridad en apertura de nuevas micro, pequeñas y medianas empresas.
«La seguridad hoy te genera paz, pues se están abriendo muchas micro y pequeñas empresas para que la economía crezca y sea circular. Esto repercute en la creación de más fuentes de empleo», aseveró el titular.
Para Castro, las repercusiones de las condiciones de seguridad son palpables para la población salvadoreña y para la comunidad internacional que ahora se aleja de la percepción negativa que tuvo en el pasado El Salvador.