El magistrado del histórico juicio que enfrenta el expresidente Donald Trump en Nueva York le advirtió este martes, durante la selección del jurado que sellará su suerte, que no tolerará «intimidaciones» en la sala.
«No permitiré que se intimide a ningún miembro del jurado en esta sala», dijo tajante el juez de origen colombiano Juan Merchan, cuando una candidata se vio obligada a dar explicaciones por un vídeo publicado en Facebook que suscitó un comentario del magnate.
En un proceso que parece ir más rápido de lo previsto, al final de la tarde del martes el juez ya había seleccionado y tomado juramento a seis de los doce miembros que compondrán el grupo.
El jurado será el encargado de sellar la suerte del magnate republicano en este mediático juicio que sienta por primera vez en la historia del país a un expresidente en el banquillo para un proceso penal.
Los candidatos a integrarlo, ciudadanos anónimos elegidos por sorteo, han tenido que responder a preguntas sobre su trabajo, dónde viven, su situación familiar, si toman medicamentos que pueden afectar su concentración, qué diarios leen o qué redes sociales utilizan, o si se sienten capaces de juzgar con equidad un caso altamente mediatizado y politizado.
Tanto la fiscalía como la defensa pueden recusar a 10 candidatos cada uno, de una selección previamente hecha por el juez. Las audiencias para definir la composición del jurado se reanudan el jueves.
Si todo avanza como hasta ahora en el Tribunal Supremo de Manhattan, se espera que el lunes se presenten los alegatos de apertura.
De ser declarado culpable, Trump, candidato republicano para las elecciones del 5 de noviembre, puede ser condenado a cuatro años de cárcel. Si el jurado no alcanza un veredicto unánime, se anularía el caso.
La fiscalía de Manhattan acusa al multimillonario republicano de 34 falsificaciones de documentos contables de la empresa familiar Trump Organization para camuflar el pago de 130.000 dólares a la exactriz de cine porno Stormy Daniels.
El objetivo, según la acusación, era comprar su silencio acerca de una antigua relación extramatrimonial -que Trump siempre ha negado-, en la recta final de la campaña de 2016 que ganó frente a la demócrata Hillary Clinton.