Mejorar la infraestructura y traer tecnología de punta que le permita ser competitiva y eficiente en sus líneas de producción de cuidado familiar es el objetivo principal por el que Kimberly-Clark invertirá $18 millones en la planta ubicada en Sitio del Niño, en San Juan Opico, La Libertad.
Eduardo Nieto, gerente general de Kimberly-Clark en Centroamérica norte, sostuvo que la inversión refuerza el compromiso de la compañía para hacer crecer el negocio en El Salvador.
La empresa especialista en la fabricación de productos esenciales indicó que se renovará la nave de operación con un área total de 13,164 metros cuadrados. Con esta remodelación, los colaboradores tendrán el espacio para desarrollar sus labores de forma segura y confortable.
Además, permitirá aumentar un 30 % la capacidad de producción en las líneas que fabrican productos de las marcas Scott y Kleenex. «Nos sentimos muy complacidos de traer al país tecnología de punta que mejorará nuestros procesos e innovación en el mercado.
Buscamos impulsar la accesibilidad de los productos esenciales hacia nuestros clientes y consumidores, al mismo tiempo que operamos de una manera sostenible», dijo Gonzalo Uribe, presidente de operaciones de Kimberly-Clark para la región norte de Latinoamérica.
Por su parte, Brendan O’Brien, encargado de negocios de la Embajada de EE. UU. en El Salvador, comentó que las empresas multinacionales como Kimberly-Clark se destacan por su compromiso con los más altos estándares éticos, el buen trabajo con sus colaboradores y el sentido de responsabilidad con los mercados en los que invierten.
Con las mejoras que se implementan en la planta se busca una excelencia operacional, el bienestar de los colaboradores y un impacto mínimo en el ambiente. En la actualidad, la fábrica cuenta con un sistema de cogeneración de energía eléctrica que opera por medio de dos motores que utilizan gas licuado de petróleo (LPG), los cuales permiten abastecer las necesidades diarias de la fábrica.
Además, se reutiliza el 85 % del agua de los diferentes procesos y utiliza de manera adecuada los residuos generados en la producción. En los últimos seis años, la multinacional ha invertido más de $70 millones en su planta para innovar, desarrollar y proteger a sus colaboradores, así como ser una referencia de buenas prácticas y crecimiento económico del país.