Beale había sido suspendido el viernes por Rugby Australia tras ser acusado de esa agresión sexual, poniendo en riesgo su presencia en la Copa del Mundo de Francia (8 septiembre – 28 octubre).
El jugador, fichado el año pasado por el equipo australiano Waratahs después de dos temporadas en el club francés Racing 92, había sido arrestado y puesto bajo custodia policial en una comisaría de Sídney en la tarde del viernes.
La Policía de Nueva Gales del Sur indicó que un hombre había sido inculpado de «dos cargos por haber tocado sexualmente a otra persona sin su consentimiento, haber incitado a otra persona a tocarlo sexualmente sin su consentimiento y de haber mantenido relaciones sexuales sin su consentimiento».
Los hechos se remontan a diciembre y habrían tenido lugar en un bar de Bondi, famosa localidad costera en las afueras de Sídney.
Horas después, Rugby Australia anunció que Beale quedaba suspendido «de toda forma de rugby con efecto inmediato en espera de la conclusión de los procesos legales, además de la propia investigación de Rugby Australia».
Kurtley Beale, de 34 años, tiene la intención de declararse inocente, según su abogado, citado por el diario Sydney Daily Telegraph.
Liberado bajo fianza tras haber pasado una noche detenido, deberá presentarse a la policía dos veces por semana, entregar su pasaporte y no consumir alcohol o drogas.
Beale, 95 veces internacional, volvió a Australia para preparar mejor la Copa del Mundo 2023. Fue llamado de nuevo en otoño de 2021 por los Wallabies, con los que no había jugado desde 2019.
Recientemente, Beale participó en una concentración de entrenamiento de los Wallabies y, si fuera convocado para el Mundial en Francia, igualaría a George Gregan y Adam Ashley-Cooper, que también disputaron cuatro Copas del Mundo con Australia.
Sin embargo Dave Rennie, entrenador que volvió a llevar a Beale a la selección, fue recientemente despedido y sustituido por Eddie Jones, exentrenador de la selección inglesa.