Aunque fue heredada por el expresidente Donald Trump, la administración del demócrata Joe Biden defendió el miércoles la política de salud pública «Título 42» frente al Tribunal Federal de Apelaciones del Distrito de Columbia, en Estados Unidos, es decir, que continuará negando la entrada a los migrantes que buscan asilo.
El demócrata que se proclamó defensor de los migrantes, ahora se niega a poner fin a esta norma sanitaria, una medida que a su criterio se requiere para encarar la pandemia por la COVID-19. Sin embargo, para los organismos a favor de esta comunidad afectada, el Título 42 no representa más que la vulneración de derechos y una exposición de peligro para las familias que huyen de sus países de origen.
«Al otro lado», una organización binacional que da asistencia legal sin costo y apoyo humanitario para deportados, señaló que el presidente prometió escuchar a expertos en ciencia y salud pública, pero que aunque señalan que el Título 42 los pone en peligro, esta sigue vigente.
Cerca de 95 organizaciones que promueven en sus redes sociales la campaña #BienvenidosConDignidad compartieron que la «administración sigue dando prioridad a las preocupaciones políticas sobre las humanitarias a expensas de los refugiados, asilados y otras personas que buscan refugio a nuestras puertas».
«En su primer año, el presidente Biden envió de vuelta al peligro a 5,867 vuelos de expulsión llenos de personas, muchas de las cuales nunca tuvieron la oportunidad de pedir asilo. De ellos, 180 vuelos estaban llenos de familias haitianas de vuelta a un país empobrecido que sufre de extrema agitación política y casi ninguna infraestructura de salud pública durante una pandemia», publicó en un informe.