Bajo la consigna de promover el comercio justo y solidario, en Comasagua, La Libertad se desarrolla el proyecto Canasta Campesina una apuesta impulsada por jóvenes y mujeres de la comunidad que busca reducir la pobreza a través de diversificación e innovación agrícola y comercial.
La oferta es simple, el cliente se suscribe al servicio y recibe cada 15 días o una semana, dependiendo del servicio acordado, una canasta de hierbas, hortalizas y frutas orgánicas y de temporada, además puede elegir entre tres opciones de canasta, la pequeña que lleva unas 15 libras de productos que cuesta $12, la mediana con 22 libras valorada en $18 y la grande con un peso de 30 libras que tiene un precio de $24.
Los «amigos canasteros», como les llaman a los suscriptores de este proyecto, reciben tomate, cebolla, güisquil, berenjena, ejotes, papas, entre otros productos para hacer un promedio de 18, que solo varían en cantidad dependiendo el tamaño de la canasta solicitada, y la elección de los mismo depende de la temporada.
Para asegurar que el proyecto sea sostenible, las personas deben cancelar tres meses al momento de suscribirse y luego renovar para un nuevo periodo.
«Esto nos ayuda a contemplar la producción, saber qué cantidades producir, saber qué cantidades vamos a necesitar, porque lo hacemos con base en la demanda», señaló la coordinadora de Comercialización Doribel Machado.
Actualmente, participan en el proyecto 12 comunidades de Comasagua, con un beneficio directo para 144 personas, entre quienes trabajan en huertos y los encargados de la comercialización, señaló Machado.
Este proyecto inició hace ochos años (en 2014) con una entrega mensual de 74 canastas mensuales, pero en la actualidad, la Canasta Campesina distribuye 500 cada mes. La logística para hacerlas llegar también depende de lo pactado con el cliente, ya que poseen punto de entrega a donde las personas pueden acercarse a retirarlas o entrega a domicilio por un pequeño costo adicional.
La presidenta del proyecto, Kasandra Portillo, señaló que esta iniciativa ha significado un impacto positivo en Comasagua por su aporte a la seguridad alimentaria, la autosostenibilidad de los hogares, y la inclusión de las mujeres en actividades económicas, ya que el 70 % de quienes conforman la iniciativa son mujeres y el restante 30 % son hombres jóvenes.
Asimismo, indicó que existen planes a largo plazo para replicar la apuesta de comercio justo y solidario en otros municipios. Recientemente colaboraron con capacitaciones a productores de Coatepeque en Santa Ana que podrían retomar esta estrategia.