La gran mayoría de personas, en algún momento de la vida, ha padecido de dolor de cabeza, el cual estaría relacionado a circunstancias como el estrés, el no dormir, el ayuno prolongado, la exposición al sol, la presión arterial alta, la COVID-19, sinusitis crónica u otitis, pero siempre se comete el error de decir que se padece migraña.
«La migraña es una de las enfermedades de paciente jóvenes que se vuelve discapacitante. Las cefaleas se dividen en primarias y secundarias. Las primarias son la cefalea tensional, migraña y cefalea trigémino-autonómica. En cuanto las secundarias significan que se tienen síntomas que pueden ser por una enfermedad secundaria, por ejemplo, trombosis cerebral o el anuncio de una enfermedad autoinmune», explicó Carlos Menjívar, especialista en neurología y medicina interna del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
La migraña, por su fisiopatología de trigémino-autonómico, afecta los vasos sanguíneos y nervios. «Hay una dilatación de los vasos sanguíneos. La sustancia productora del dolor aumenta. La migraña se relaciona a la calcitonina», dijo el especialista.
De acuerdo con Menjívar, entre el 85 y el 90 % de las cefaleas son tensionales y solo el 2 % se debe a la migraña.
Frente a la pregunta ¿cómo los médicos pueden identificar que en verdad se trata de migraña? El neurólogo detalla.
«Para diagnosticar una cefalea primaria, es necesariamente solo escuchar al paciente. Se le pregunta el tiempo de evolución, edad de inicio, cuántas veces al mes tiene dichos episodios, si ha identificado qué es lo que desencadena el dolor, con qué mejora, o las circunstancia por las cuales siente un dolor».
Según el especialista, se diagnostica migraña cuando es una cefalea de, al menos, cuatro horas al día, que se repite a lo largo de 15 días y se ha presentado un patrón similar durante unos tres meses.
En esos momentos de dolor también se registra agotamiento, repetición de bostezos, reducción de las habilidades, déficit de atención, entre otros síntomas.
Además, el paciente puede presentar en minutos o durante una hora previa a la migraña, el síntoma de aura visual que es cuando se ven destellos, se sufre sudoración, palidez, hormigueo y hasta se duermen partes del cuerpo.
La migraña puede ser hemicraneal, se presenta en mayores de 18 años y se da solo en parte de la cabeza, conocida como bilateral. Los niños también pueden padecerla.
«En adultos solo afecta la mitad de la cabeza y es pulsátil. En cuanto a los niños es en ambos lados y también pulsátil», dijo.
El especialista indicó que, muchas veces, los pacientes piensan que al realizar exámenes de orina, heces, hemograma, electroencefalograma y tomografías computarizadas (TAC) se puede dar un diagnóstico, pero en realidad es algo innecesario.
Además, indicó que hay ciertos factores que puede desencadenar esta enfermedad como los olores, ruido y alimentos.
Existen dos escalas subjetivas con las que se evalúa al paciente. Uno es el hit 6, que permite medir el impacto de los dolores de cabeza, así como la capacidad para funcionar en el trabajo, la casa, la escuela y en situaciones sociales; y la escala MIDAS para ver en qué áreas está repercutiendo.
«Para ser más objetivos, ocupamos estás dos escalas que están validadas a nivel mundial y así se puede ver en el paciente cómo va mejorando», dijo.
La migraña es más frecuente en pacientes jóvenes entre los 15 y 45 años. Alrededor de los 50 años la sustancia de la calcitonina disminuye, pero eso no quiere decir que se tendrán cefaleas o se sufrirá de migraña.
Tratamientos
En cuanto a los tratamientos, Menjívar apuntó que todos son preventivos con el objetivo de disminuir la frecuencia y la intensidad del dolor.
«Digamos que, si me duele la cabeza 20 veces en el mes, estos deben de ser menos con un tratamiento. También si, según la escala se clasifica con un valor de nueve, este debe de bajar en un cinco o seis», explicó el doctor Carlos Menjívar, neurólogo del ISSS.
En el mercado hay varios medicamentos que se pueden consumir para disminuir los síntomas, pero todos estos tienen efectos secundarios y no todos son tolerados por el paciente. Algunos de los efectos son la pérdida o aumento de peso sin control, adormecimiento de las manos o la cara. Además, los tipos de medicamentos dependen del trabajo que ejerza la persona, debido a que algunos provocan sueño.
«No se da una gran cantidad de medicamento, sino que se empieza con dosis pequeñas. Además, también hay medicamentos antiepilépticos, que tienen el beneficio de mantener las crisis de migrañas controladas. Lo que se le receta al paciente debe de ser tolerable pese a los síntomas secundarios», expresó.
En el 2012, se aprobó como tratamiento profiláctico de la migraña la toxina botulínica, que se coloca en 40 puntos diferentes de infiltración y sus cantidades también varían. Estas se aplican subcutáneas pericraneales en aquellos pacientes a quienes les han fallado otros medicamentos, porque no pueden tomar medicinas orales por efectos secundarios o porque padecen de enfermedades renales.
También hay técnicas no farmacológicas para tratar la migraña como, por ejemplo, practicar yoga, natación y la terapia magnética.
ACTIVIDADES PARA TRATAR LA MIGRAÑA
Descansar bien y que el sueño sea reparador.
La natación. Se considera uno de los ejercicios más completos.
Terapias magnéticas. Es una de las alternativas no farmacológicas.
Controla el estrés. Las actividades diarias no deben ser agotadoras.
Yoga. Permite el equilibrio total del cuerpo y su energía.