Haití amaneció con un estado de emergencia y toque de queda en su capital de Puerto Príncipe, tras la ola de violencia el sábado después de que las bandas armadas irrumpieron en los dos mayores centros penitenciarios del país ubicados en la capital y en el Distrito de La Croix-des-Bouquets, y provocaron al menos 12 muertes y más de 3,700 reos fugados.
El estado de emergencia fue declarado el domingo por un período de 72 horas, con el fin de retomar el control.
El toque de queda aplica entre las 6 de la tarde a las 5 de mañana del siguiente día, hasta el 6 de marzo.
El Gobierno indicó que la policía «utilizará todos los medios legales a su disposición para hacer cumplir el toque de queda y detener a todos los infractores».
Las autoridades reconocieron que Puerto Príncipe se caracteriza por registrar actos criminales cada vez más violentos perpetrados por bandas armadas, que causan «desplazamientos masivos, secuestros y asesinatos de ciudadanos pacíficos, violencia contra mujeres y niños, saqueos y robos de propiedad pública y privada».
El ministro de Economía, Patrick Michel Boisvert, firmó la declaración como primer ministro, ya que Ariel Henry se encontraba en Kenia para lograr el despliegue de policías como parte de una misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para erradicar a las pandillas.
Los grupos criminales exigen la renuncia de Henry, quien tomó el poder desde 2021, tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse.