Marcelo Arévalo reconoció que su título del Roland Garros obtenido en París es un logro de familia. Sus padres, quienes también eran tenistas, le transmitieron la pasión por el deporte desde que tenía 6 años, y su hermano mayor, Rafael, también tenista con logros a escala nacional e internacional, fue su primer ídolo. Las declaraciones del campeón del Grand Slam estuvieron cargadas de emociones y lágrimas, las cuales fueron acompañadas por aplausos y gritos de ánimo por parte de las personas que asistieron a la conferencia de prensa realizada en el Muna.
«Quiero felicitar y agradecer a Marcelo por este triunfo que le regaló a nuestra familia, a los sonsonatecos y a todo el país», expresó Rafael Arévalo, hermano de Marcelo, presidente de la Federación Salvadoreña de Tenis (FST) y alcalde de Sonsonate.
Rafael explicó que el logro obtenido en el Grand Slam por su hermano fue gracias a la disciplina mental que demostró durante el juego, especialmente en el último tramo del encuentro.
El hermano de Marcelo reveló que él sabía que este era el momento para ganar su primer Grand Slam, y así fue. «Fue un partido muy cerrado. Ambas parejas estaban jugando tenis a la perfección. El primer set se definió en un mini break, eso es nada en un partido de tenis. El segundo set iba por el mismo camino. Yo le decía a la junta directiva, mientras veíamos el partido en la Federación de Tenis, que lo único que necesitábamos era un momento “mental”», expresó Rafael.
El presidente de la Federación Salvadoreña de Tenis explicó que este deporte cuenta con competencias en donde los participantes se mantienen al máximo nivel de desempeño, y que «el 90 % de las veces, el juego se define por el factor mental, deja de ser algo técnico o físico».
«Necesitábamos un momento mental y se dio. Marcelo y su pareja estuvieron perdiendo el matchpoint en tres ocasiones. Estuvieron a un punto de perder el Roland Garros, pero tenían la ventaja de estar sirviendo los saques, que es la mejor arma que uno puede tener en el tenis, y ellos lograron remontarlo», concluyó Rafael Arévalo.
Rafael y Marcelo han representado al tenis salvadoreño con su gran desempeño, el cual ha sido el resultado del trabajo y esfuerzo realizado durante décadas, promovido desde pequeños por sus padres, quienes se encargaron de llevarlos a las prácticas desde Sonsonate hasta San Salvador.