Más de un centenar de mujeres que participan en los diferentes proyectos que implementa la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) en más de 12 municipios de San Miguel formaron parte de una capacitación con el objetivo de crear conciencia sobre el aporte de la mujer rural en la seguridad alimentaria, la residencia, el cambio climático y la sociedad.
«Invitamos a reflexionar sobre la importancia del rol de la mujer rural sobre el desarrollo del país, y la posibilidad de que también, desde el Estado, la banca les dé mayor acceso a créditos y oportunidades», dijo Diego Recalde, representante de la FAO para El Salvador.
Recalde mencionó que valora el potencial de la mujer rural en áreas como agricultura, producción, transformación en la economía nacional y cómo la mujer ha ido ocupando nuevos espacios.
«Creo que eso es el futuro, ver una mujer más productiva, más vinculada a la generación de ingresos a la economía familiar, pero también a las asociaciones, porque las cooperativas tienen una fuerza incluso mayor», señaló.
En 2016, Maritza Quintanilla intentó migrar a Estados Unidos debido a la falta de empleo. Al regresar al país decidió formar parte de una escuela de campo y actualmente forma parte de la productora La Huerta, en Nueva Guadalupe, San Miguel, y es una de las beneficiadas del proyecto.
«La FAO y la Unión Europea nos han financiado con una casa malla que está en nuestro propio terreno, con insumos, es un gran apoyo a las mujeres. Nos sentimos muy agradecidas con FAO, Unión Europea, Gobernación, Centa y alcaldía, siempre están en coordinación apoyando a las mujeres», expresó Quintanilla.
Las cinco mujeres que conforman la productora La Huerta han visto incrementados sus comercializaciones en un 75 % mediante el uso de las redes sociales para promocionarse.