El papel que la Fuerza Armada ha jugado para combatir a las pandillas, desarticular estructuras criminales y decomisar millonarios cargamentos de cocaína ha sido relevante en la actual gestión para posicionar a El Salvador como uno de los países más seguros de América Latina.
Muestra de la operatividad que ha tenido la institución, entre junio de 2021 a mayo de 2022, son las 13.4 toneladas de cocaína decomisadas valuadas en más de $325 millones, cuyos cargamentos fueron interceptados por la Fuerza de Tarea Naval Tridente en conjunto con la División Antinarcóticos (DAN) de la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fiscalía General de la República (FGR).
Ese trabajo coordinado entre estas instituciones también se ha visto reflejado en la captura de 42 personas, entre nacionales y extranjeros, vinculados al tráfico internacional de drogas que fueron capturados cuando transportaban fuertes cargamentos de cocaína, a quienes decomisaron 12 narcolanchas y 4 naves semisumergibles.
En diciembre de 2021, la Fuerza Naval incautó dos semisumergibles que transportaban 4.1 toneladas de cocaína valuadas en más de $103 millones, por tal motivo el país se posicionó junto a Estados Unidos y Colombia entre los cinco mejores de América por lograr este tipo de hazaña.
APORTE EN SEGURIDAD PÚBLICA
Otros aportes que la institución le ha brindado al país se han visto reflejados en el trabajo efectuado por los comandos Zeus, San Carlos, Sumpul, Águila, Trueno, así como de la Fuerza de Tarea Vulcano que ha sido clave para reducir las cifras de homicidios que actualmente se estiman en 0.4 diarios, algo impensable en gobiernos de ARENA y FMLN cuando se contaban hasta 30 asesinatos por día.
Esta reducción sostenida de crímenes se tradujo en el reconocimiento internacional para El Salvador, pues se destacó entre 12 países de Latinoamérica por los bajos índices delictivos.
Las estadísticas de Defensa detallan que solo en un año las unidades militares efectuaron más de dos millones de registros a escala nacional y cerca de un millón de patrullajes.
Además, estos patrullajes también sirvieron para que los soldados decomisaran más de $144,000 en efectivo, producto de actividades ilícitas; mientras que las incautaciones por contrabando de mercadería en los 195 puntos «ciegos» cercanos a las fronteras sumaron $937,819.
La operatividad de los comandos militares tiene como objetivo principal velar por la seguridad de la población, golpear las finanzas de los delincuentes y sacar de las calles a los criminales.
Según los datos oficiales, son 18,000 soldados -de un total de 23,000- los que apoyan a la Policía en labores de seguridad, el resto cooperan con otras instituciones como el ministerio de Salud, Educación, Turismo y Protección Civil.
Desde el 20 de junio de 2019 cuando el presidente, Nayib Bukele, puso en marcha el Plan Control Territorial, la institución castrense puso a disposición los siete comandos para frenar la delincuencia, principalmente, la generada por las pandillas.
A diferencia de los gobiernos anteriores, la actual gestión se ha caracterizado por dotar de insumos al Ejército, muestra de ello fueron los 1,100 cascos y 956 chalecos antibalas que el presidente Bukele entregó a la tropa en octubre de 2021, cuya inversión superó el millón de dólares.
Y la semana anterior, el ministro de la Defensa hizo otra entrega de 1,000 chalecos y 150 cascos antibalas, valuados en $507,000.