Por muchos años, la pobreza y la falta de oportunidades amargaron la vida de muchas comunidades del Bajo Lempa, en Usulután. Pero, a partir de 2020, la vida de 15 familias cambió y la fuente de ingresos llegó en el momento más indicado.
Mariano López, apicultor de la zona, quien es parte del proyecto que impulsa la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), dijo que con la ayuda brindada tienen la oportunidad de generar ingresos propios y, aunque iniciaron desde cero, ahora están convencidos que la miel que producen la podrán comercializar en el mercado nacional e internacional.

«Este proyecto nos ayuda, porque nosotros sacamos miel y ya la vendemos. Eso ha sido una bendición. Hemos experimentado con muchos proyectos, pero no habían funcionado. Este es un trabajo que se le puede ir enseñando a la familia, para que ellos sean productores grandes y puedan vender hasta en el extranjero», explicó López.
El programa incluye la entrega de 30 cajas de colmena, dos para cada familia. Con cada caja se producen alrededor de 30 botellas de miel, que generan un total de 600 botellas en cada cosecha. En el año, los apicultores hacen entre tres y cuatro cosechas.
En la actualidad, la botella de miel se comercializa en $5 en la comunidad y municipios aledaños.
Alexander Zamora, gerente de Responsabilidad Social, explicó que el programa es un plan piloto que busca garantizar la seguridad alimentaria en el país, como parte del plan de Rescate del Agro, que impulsa el gobierno del Presidente Nayib Bukele.
«Se nos dijo que no escatimáramos esfuerzos para ayudar a los salvadoreños. Yo creo que es una satisfacción para CEL y para la gerencia de Responsabilidad Social Empresarial de que los proyectos sean los apropiados y hemos dado donde las personas lo necesitan», dijo el ejecutivo.
Rocío Flores, técnico RSE de CEL, explicó que capacitarán a hombres y mujeres apicultores, para que ellos puedan fabricar otros productos como jabones, bálsamos labiales, y comestibles como la jalea de miel y fruta.

«Vamos a darle un valor agregado a la miel como producto principal y sus derivados», dijo Flores.
Por otra parte, CEL trabaja con los apicultores para que tengan su propia marca con una imagen adecuada en sus productos, de manera profesional y atractiva para sus clientes.
«Este proyecto nos ayuda, porque nosotros sacamos miel y ya la vendemos. Eso ha sido una bendición. Este es un trabajo que se le puede ir enseñando a la familia, para que ellos sean productores grandes y puedan vender hasta en el extranjero».
Mariano López, apicultor de la zona.
«Se nos dijo que no escatimáramos esfuerzos para ayudar a los salvadoreños. Yo creo que es una satisfacción para CEL y para la gerencia de Responsabilidad Social Empresarial de que los proyectos sean los apropiados y hemos dado donde las personas lo necesitan».
Alexander Zamora, gerente de Responsabilidad Social de CEL.