Las elecciones del domingo 28 de febrero fueron históricas. Los resultados, que nunca se habían visto, son una verdadera esperanza para los salvadoreños, porque Nuevas Ideas obtuvo 56 escaños y GANA, cinco, por lo que los dos partidos suman 61 diputados que estarán al servicio del pueblo en los próximos tres años.
Cuando los diputados electos asuman sus funciones el 1.º de mayo, será una fiesta cívica nacional. Comenzará una nueva era para El Salvador y la Asamblea Legislativa trabajará en la misma vía de acción hacia el progreso junto con el presidente Nayib Bukele, quien se ha convertido en un líder a escala nacional y mundial.
A pesar de los obstáculos y los intentos trasnochados por parte de algunos para que las elecciones fueran empañadas por las sombras oscuras del pasado, la gente salió masivamente a votar y eligió mayoritariamente a diputados de Nuevas Ideas, con quienes como GANA continuaremos luchando por las transformaciones del país.
Inmediatamente después de conocerse los resultados, subieron los bonos que el país coloca en el mercado internacional. Esta reacción positiva fue descrita así por el presidente Bukele: «La inédita victoria de nuestro pueblo genera confianza en los inversionistas, lo que hace que los bonos de El Salvador suban en el mercado internacional. Los mercados hacen análisis desprovistos de ideologías, y su análisis es… ¡El Salvador va hacia arriba!».
Desde la toma de posesión del presidente Bukele, junto con él encomendamos a Dios al nuevo gobierno. Las bellas palabras escritas en el salmo 37, versículos 5 y 6, se han convertido en una realidad: «Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. Hará que la justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol del mediodía».
Así lo haremos también al inicio de la nueva legislatura, la cual ya no contará con piedras de tropiezo como Nidia Díaz, Rodolfo Párker y Emilio Corea, solo por mencionar algunos, ya que sus fracciones legislativas han sido un obstáculo para el desarrollo del país porque se han dedicado a oponerse solo por oponerse a toda iniciativa del Órgano Ejecutivo, sin argumentos válidos, y han provocado incertidumbre. Pero el pueblo se dio cuenta de eso y los apartó.
Los salvadoreños expresaron su soberana voluntad en las urnas y nosotros vamos a cumplir fielmente sus demandas. La confrontación estéril será cosa del pasado. No nos vamos a dejar provocar por discursos incendiarios y maniobras políticas burdas como a las que hemos estado sometidos en los últimos años por los mismos de siempre. Ejemplo de ello son las comisiones especiales que crearon para distraer a ministros e intentar parar su trabajo en beneficio de la población.
La nueva configuración de la Asamblea Legislativa está generando confianza desde este momento tanto a escala nacional como internacional. Vamos por el camino correcto. El abnegado pueblo salvadoreño se merece lo mejor, y para eso seguiremos trabajando, con mucho más ahínco, a partir del 1.º de mayo.