Dar a conocer la importancia del accidental descubrimiento de Joya de Cerén, en 1976, que constituye una ventana a la vida de una aldea prehispánica cubierta por una erupción volcánica de hace aproximadamente 1,500 años, es una de las acciones que realiza el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA) a través de la exposición temporal «Joya de Cerén: 30.° aniversario de inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial».
La muestra, conformada por réplicas de piezas arqueológicas descubiertas en el sitio, fue inaugurada durante la conmemoración del trigésimo aniversario del nombramiento del Parque Arqueológico Joya de Cerén como Patrimonio Mundial por la UNESCO, el 11 de diciembre de 1993.
La designación fue obtenida porque el sitio arqueológico cumple con los criterios III y IV de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, aprobada en 1972 por la UNESCO, donde se establecen directrices para la protección y gestión de sitios naturales y culturales con valor universal excepcional para toda la humanidad.
En la exposición, ubicada en el foyer del MUNA, hay siete réplicas de vestigios, así como fotografías acompañadas de información sobre los poblados y grandes ciudades del valle Zapotitán, los hallazgos agrícolas, artesanales, sociales y arquitectónicos, la distribución de las viviendas, su forma de construcción y campos de cultivo.
El museo está abierto de martes a domingo de 9 a. m. a 5 p. m. La entrada para salvadoreños es de $1, extranjeros residentes pagan $3 y extranjeros no residentes $10.
Los estudiantes con carnet vigente, personas con discapacidad, adultos mayores y niños menores de 12 años entran gratis. La muestra estará en exhibición hasta el próximo 3 de marzo.





HALLAZGOS
Joya de Cerén es catalogado uno de los sitios arqueológicos más importantes de Mesoamérica ya que muestra como era la vida cotidiana de sus habitantes. Se calcula que fue ocupado, aproximadamente, un siglo antes de su abandono debido a la erupción del volcán Caldera, cuyas capas de ceniza tienen un espesor de entre tres y siete metros que lo soterraron por casi 1,500 años. Se le conoce como «la Pompeya de América», en alusión el sitio arqueológico de Pompeya, en Italia.
A la fecha se han identificado 18 estructuras prehispánicas, 10 excavadas totalmente excavadas, dentro de las cuales hay construcciones para usos específicos como bodega, talleres, rituales, actividades comunales y cocina.
AGRICULTURA Y CERÁMICA
Cerca de la casa y la bodega se encontraban los campos de cultivo, un espacio utilizado para las prácticas agrícolas. Por el análisis de la evidencia de restos orgánicos se ha determinado la presencia de: ayote, frijol luna, aguacate, jocote, achiote, yuca, cacao y maíz.
El lugar también se destinaba para el procesamiento de fibras vegetales a partir del maguey, con las que se elaboraban cuerdas, cestas o canastos. Con estos indicios de producción artesanal, no se descarta que la cerámica registrada en el sitio también haya sido de elaboración local.
ARQUITECTURA DE TIERRA
La mayoría de los sitios ubicados en el valle de Zapotitán utilizaron la tierra como materia prima en los principales sitios constructivos, donde aplicaron técnicas como la elaboración de adobe, tierra apisonada y bajareque, siendo estas dos últimas las que predominaron en la arquitectura de Joya de Cerén.
LA VIVIENDA
Según investigaciones, un grupo familiar de la época prehispánica vivía en una edificación que constaba de casa, bodega y cocina, algo que en arqueología se conoce como unidad doméstica. En cada una de ellas se desarrollaban actividades del grupo familiar, comunitarias y con otros miembros de la aldea. Las bodegas eran esenciales en una unidad doméstica.
En el sitio arqueológico se han registrado productos de cosechas y recolección y artefactos de posibles intercambios a manera de trueque. Los bienes almacenados se utilizaban para uso alimenticio, para ritos, intercambio comercial y artesanal. Hay registradas dos unidades domésticas en Joya de Cerén.
LA CASA DE LA CHAMANA Y EL TEMAZCAL
En la arquitectura de Joya de Cerén destacan las edificaciones de uso especial que son de vital importancia para comprender la organización social y las actividades religiosas y ceremoniales de la comunidad.
Entre ellas se encuentra el baño sauna o temazcal construido con paredes de tierra apisonada, domo de bajareque y, probablemente, un techo cubierto de zacate.
En la parte de arriba tenía un agujero que era para que saliera el humo. Su entrada es bastante estrecha y adentro se encontraba una banca de descanso. Se cree que este lugar era utilizado para la purificación.
La casa de la chamana es una estructura ligada a las actividades de adivinación. Durante las investigaciones se encontraron diversos objetos como caracoles marinos, los cuales se utilizaban para la realización de collares. También se encontraron minerales, ornamentos de venado, figurillas, 16 vasijas y malacates.
La arquitectura de este lugar posee características peculiares como paredes delgadas, elementos decorativos como celosías de bajareque en las ventanas, nichos y paredes pintadas de rojo y blanco. En cuanto a su ubicación, estaba en la parte más alta del sitio y muy cerca del río.