El proceso de transformación de San Salvador inició cuando Nayib Bukele resultó electo alcalde, perdió fuerza con la llegada de Ernesto Muyshondt y se ha vuelto a retomar ahora con Mario Durán al frente de la municipalidad.
Fue en la administración de Bukele como alcalde de la capital cuando se sentaron las bases de los profundos cambios de la ciudad, el rescate en serio del Centro Histórico, la renovación de parques y plazas, la inversión en cableado subterráneo y la firma de convenios para recuperar el Parque Cuscatlán y otros importantes espacios públicos.
Gracias a la inversión municipal, el Centro Histórico recibió un empuje como no lo había recibido en las últimas décadas. Negocios de diferentes rubros empezaron a retomar espacios en sitios emblemáticos, como La Dalia y otros edificios históricos.
El proceso de reordenación de las ventas ambulantes, que se llevó a cabo de forma pacífica y en coordinación con los comerciantes —tanto formales como informales— permitió la recuperación de aceras y la eliminación de obstáculos de vitrinas que llevaban lustros escondidas.
Gracias a la gestión del presidente Bukele, la cooperación de la República Popular China construye la moderna Biblioteca Nacional de El Salvador, que se convertirá no solo en un atractivo, sino en un polo de desarrollo social para los jóvenes y niños, que podrán disfrutar de material educativo y de áreas lúdicas.
En los últimos días, la Dirección de Obras Municipales (DOM) inició la reconstrucción de las calles del Centro Histórico. No se trata de las intervenciones temporales ejecutadas por los gobiernos anteriores para tapar baches, sino de una nueva vía asfáltica, resistente y moderna.
Gracias a estas transformaciones, el centro de San Salvador ha vuelto a ser un atractivo turístico nacional e internacional donde se puede disfrutar de la exquisita arquitectura del Palacio y el Teatro Nacional y sobrecogerse con el mensaje de san Óscar Romero en su cripta en Catedral Metropolitana, además de realizar recorridos históricos, de día o de noche, por la zona.
San Salvador vuelve a ser el corazón vibrante de una nación orgullosa, con calles de primer nivel y altos índices de seguridad.
Es un proceso que está en marcha, pero desde ya podemos disfrutar de una ciudad que muchos dieron por perdida y olvidada.