Cada 18 de agosto se conmemora y celebramos aniversario de fundación de nuestra Policía, son 30 años de fundación de la denominada Policía Nacional Civil (PNC). Ser Policía Nacional Civil en El Salvador es uno de los trabajos y carreras más duros, de altísimo riesgo, muy poco honradas por el Estado salvadoreño, pero de gran trascendencia para el desarrollo del país. Nunca el trabajo de los policías se pudo visibilizar como ahora, que están permitiendo que la seguridad sea el eje transversal del desarrollo de nuestra amada nación.
Si algo ha marcado la historia de nuestra PNC en estos primeros 30 años de vida es la oposición, la duda, la falta de apoyo y credibilidad de exgobernantes, exfuncionarios, partidos políticos, grupos de poder, algunos periodistas y medios, comunicadores, analistas, organizaciones sin fines de lucro y sus investigadores que viven y funcionan de atacar a la Policía, que incluso tratan de influir sobre la población y trasladar sentimientos negativos y frustraciones contra la corporación y sus mandos. Todos estos sectores nunca apoyaron a la PNC ni con presupuesto digno ni modernizando la ley orgánica, ni exigiendo que se brindaran mejores condiciones para el talento humano, ni siquiera que tuvieran un arma en condiciones adecuadas, con carga básica de munición, o al menos dando las gracias por el trabajo; es más, esperaban su fracaso para salirlo a gritar dentro y fuera del país.
Son tres décadas desde que se fundó la PNC, pero en apenas un 10 % de ese tiempo de vida se han generado las bases de una Policía digna; es la administración del director general comisionado Mauricio Antonio Arriaza Chicas que ha devuelto la mística y la identidad policial, con el apoyo decidido del presidente Nayib Bukele y el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro, quienes han tenido que luchar contra la negligencia de administraciones anteriores, y en particular de los dos gobiernos del FMLN que causaron graves daños a la corporación por su falta de capacidad, de preparación, por la ideología política fracasada en todo el mundo, y sobre todo carentes de sentido común. Por ello, es más que destacable y de honrar los resultados, logros, avances significativos a todo nivel en la PNC, pero sobre todo en dignificar el trabajo de nuestros policías.
Estamos en una etapa diferente, hemos ingresado a una nueva década, donde se está transformando la seguridad pública de El Salvador gracias al trabajo, el sacrificio y los esfuerzos de todo el personal policial operativo, administrativo, ejecutivo y superior. La estrategia impulsada por la PNC desde junio de 2019 ha sobrepasado toda expectativa de la población, de expertos, de analistas, de profesionales nacionales e internacionales. Nadie lo pudo presagiar, no hay ningún manual o libro donde consultar o solicitar «la receta» para la paz, seguridad y tranquilidad. Presidentes de otros países y gabinetes de seguridad tienen meses de dar seguimiento al trabajo de la seguridad pública en El Salvador; somos referentes en positivo, ya están replicando e imitando a El Salvador, y este esfuerzo tiene en su fundamento un trabajo policial guiado por inteligencia y con base criminológica.
Los resultados actuales en seguridad pública tienen protagonistas y, en mi opinión, la historia es diferente, y es que la Policía Nacional Civil está marcando una diferencia a escala de Iberoamérica en el combate efectivo y eficiente a las pandillas; dejarán un legado para los países, gobiernos y gabinetes de seguridad que quieran evitar homicidios, desaparecidos, extorsiones, tráfico de drogas y armas, y otros delitos graves, y por otra ahorrarse miles de millones dólares.
Ahora disponemos de una Policía profesional, técnica, equipada, con tecnología de punta, con instalaciones y vehículos modernos, con uniformes de calidad, con armas y munición de primera generación, con accesorios de primer mundo en la industria policial, pero todo inició con la voluntad política de dignificar a los policías. Las mejores historias y prácticas de la PNC de la actual administración todavía no se han escrito. Los próximos 30 años serán de mayor gloria y honor para nuestra PNC, porque se están estableciendo las bases de un modelo policial salvadoreño, creado y probado por salvadoreños.
Esta mañana miles de mujeres y hombres de la PNC salieron de sus hogares con el deseo de hacer su mejor esfuerzo y servicio; a todos los miembros de la corporación policial, niveles básico, ejecutivo, superior, y de dirección como administrativos, que Dios los bendiga y los guarde. Muchas gracias por su esfuerzo y por estar dispuestos a ofrendar hasta sus vidas por servir y proteger a la población, ante todo. Un aniversario diferente, tenemos mucho que agradecer a Dios y celebrar.