Habían pasado escasos meses de la visita de Iron Maiden al país cuando fue el turno de Megadeth, que en ese 2016 promocionaba su álbum «Dystopia». Desde el anuncio del concierto hubo una lógica expectativa, la productora extranjera responsable del evento, cambió hasta tres veces el lugar del mismo, que finalmente terminó siendo el estadio Jorge Mágico González.
El calendario marcó el viernes 26 de agosto, miles de metaleros salvadoreños, y de países vecinos, se congregaron para el esperado show musical. Tras la participación de Araña, que también fue el grupo local invitado de esa noche, fue el turno de Megadeth.
Pero no venían solos, mientras sonaba el intro con «Prince of Darkness», se visualizaba en el cielo una tormenta acompañada por viento, en ese momento, por la euforia, nadie notaba lo que el clima estaba por liberar.
Cualquiera podía asociar como que todo estaba coordinado, porque una vez David Mustaine junto a su banda salieron, la lluvia y el viento iban de escoltas, entonces sonó «Hangar 18», probablemente los asistentes al concierto escucharon una de las mejores interpretaciones en vivo de la canción del exitoso álbum «Rust in Peace». En cada acorde, potencia de la batería y el coro de Megadeth, era acompañado de un trueno. Una locura.
Luego, sonó «The Threat Is Real», ya bajó una fuerte tormenta con viento y probabilidades de rayos. El show paró porque no había condiciones de seguridad para nadie y no se reanudó más, Megadeth regresó a los camerinos, hubo corte de energía eléctrica y el concierto quedó en eso.
Al día siguiente en redes sociales, como lógica, la gente se quejó por lo sucedido. David Mustaine contestó en Twitter, se vio en todos sus estados, desde respuestas tranquilas, hasta el disgusto. Poco a poco, el histórico guitarrista y compositor fue exponiendo las condiciones en que se desarrolló el concierto, un escenario vulnerable y las condiciones en que fueron tratados por la promotora extranjera.