El ser abogado de la república, con trayectoria profesional en el ejercicio, el tener una trayectoria intachable, no haber sido denunciado en ninguna instancia, contar con una verdadera y real moralidad, preparación académica, maestrías y diferentes acreditaciones a nivel nacional e internacional parece que no importan.
Cuando no eres familia de algún funcionario del Órgano Judicial, no tienes posibilidades de aspirar a una plaza. Las supuestas convocatorias para formar parte de la lista de elegibles para magistrados de la honorable Corte Suprema de Justicia han sido una cortina de humo para justificar y demostrar ante los diferentes medios de comunicación una aparente legalidad y democracia.
Son una burla para toda la comunidad jurídica, en general, estas elecciones o selecciones que realiza el Consejo Nacional de la Judicatura. Es sabido para todo el gremio de abogados que es el mismo procedimiento que realizan para ser juez de cualquier categoría; siempre está todo arreglado.
Para ser considerado en este concurso público debe ser pariente, ya que la mayoría de los señores magistrados de la bien llamada honorable Corte Suprema de Justicia y señores consejeros tienen contratados a sus hijos y a sus esposas como magistrados de cámaras, en juzgados de Sentencia, sin tener que pasar por el circo que prepara el Consejo Nacional de la Judicatura y los supuestos filtros.
Simplemente se aplica el nepotismo y la comunidad jurídica; en general, somos simples expectadores.
Solo basta una llamada a un magistrado encargado para que los familiares sean los preferidos en las votaciones. ¿Acaso eso no es nepotismo? ¿O le cambiamos de nombre y le llamamos sinvergüenzada? Sería bueno que saliera publicada la lista de los abogados que se desempeñan en el ejercicio, con sus parientes colocados como jueces, magistrados o consejeros.
No, señores, en el Órgano Judicial ni las mascotas se quedan sin su plaza. Y, por supuesto, acá no importa capacidad, atestados, experiencia. Eso queda marginado o, por qué no decirlo, son simplemente favores pagados de los señores diputados.
Pareciera que es una cuota obligatoria tener familia o un amigo íntimo para ir seguro a la elección.
Es hora de denunciar años de nepotismo, es hora de pedirles a las nuevas autoridades que abran las oportunindades a nuevos profesionales del derecho que por años hemos visto estas injusticias.
Denunciemos esas listas arregladas, esas plazas otorgadas a familiares, invitemos a las nuevas autoridades de la Sala a limpiar esos procesos, a llevar abogados que por años han querido una oportunidad y se las han negado.
Que esta nueva Corte demuestre que quieren hacer las cosas bien desde el principio, que revise esas elecciones amañadas, que reclute verdaderos abogados que quieren luchar por un ejercicio de la ley en favor de la patria.
Basta de arreglos, basta de nepotismo, seamos parte de la construcción de una nueva república, donde se refunden los organismos del Estado y lleguen hombres y mujeres que luchen por los derechos de todos los salvadoreños.