Las altas cifras de homicidios que alcanzaron un promedio diario de 18.2 en el 2015 quedaron en la historia de El Salvador y es que en lo que va del 2024 el promedio diario ha sido reducido a menos de 0.25; dato que sigue posicionado al país como uno de los más seguros de la región Latinoamericana.
De acuerdo con los datos de la Policía Nacional Civil, enero cerró con un promedio diario de homicidios de 0.29; durante este mes, las autoridades solo reportaron nueve muertes violentas y en su mayoría fueron consecuencias de peleas entre personas alcohólicas.
Para febrero, la tendencia sigue mejorando y hasta el 28 de febrero el promedio diario de crímenes contra la vida bajó a 0.21. A tan solo un día de finalizar el mes, la Policía solo registró seis muertes a causa de la violencia.
La baja en la tasa de homicidios en el país comenzó a ser notaria desde que el presidente Bukele asumió el cargo en 2019, para el primer año marcó un récord bajo en homicidios; lo redujo a 20 asesinatos por cada 100,000 habitantes o 3.7 por día.
A la fecha, el año anterior fue para El Salvador el más seguro en su historia, con una caída drástica y sostenida de los homicidios y reducciones inéditas en otros delitos. El país salió de la lista de las naciones más violentas a escala mundial, pasó también de tasas de asesinatos de 53.31 por cada 100,000 habitantes en 2018 a reducirlas entre 1.9 y 2.4, las más bajas en décadas.
Las autoridades atribuyen la baja de violencia homicida como un resultado efectivo de la implementación del Plan Control Territorial y el régimen de excepción, medidas que han permitido desarticular y debilitar a las pandillas y por ende frenar su accionar.
Con el Plan Control Territorial las autoridades lograron recuperar los territorios que tenían dominados las pandillas y el régimen de excepción dio nuevas herramientas legales a las fuerzas de seguridad para finalizar de capturar a los pandilleros y cerrar sus válvulas de financiamiento con la incautación de drogas, armas, vehículos, etc.
El trabajo articulado entre la Policía, Fuerza Armada y la Fiscalía General de la República ha permitido la captura de pandilleros, entre, cabecillas y colaboradores en todo el territorio salvadoreño.