Adriana Nicolle Meléndez y Valeria Eunice Martínez, de 17 y 21 años respectivamente, son dos jóvenes que recientemente comenzaron clases en el Técnico en Mecánica y Electromovilidad Automotriz en la Escuela Especializada en Ingeniería ITCA Fepade.
Esta carrera pone a la vanguardia al país, ya que es el primer proceso formativo en electromovilidad que se ofrece en El Salvador.
Por lo tanto, las dos estudiantes forman parte de un grupo de mujeres que está abriendo camino en la electromovilidad, puesto que al graduarse serán las primeras mujeres capacitadas para manipular y reparar vehículos eléctricos, un mercado emergente en el país y en Latinoamérica.
Según las jóvenes, al estudiar esta carrera también están rompiendo paradigmas y estereotipos que catalogaban a la profesión de la mecánica exclusiva para hombres.
«Siento que como mujeres tenemos el conocimiento que cualquier otro hombre puede tener. Además, podemos tomar grandes decisiones y ser personas influyentes», mencionó Adriana.
Por su parte, Valeria agregó que, además de representar un reto esta nueva carrera, es un privilegio ser una de las primeras mujeres en especializarse en la electromovilidad, pues demuestra su potencial y también motiva a más niñas y jóvenes para que estudien carreras científicas o técnicas.
«Me siento privilegiada de estar estudiando esta carrera. Es común acá en el país pensar que es una carrera de hombres, pero al especializarnos demostramos que no solo los hombres pueden estudiarla, sino que nosotras también. Es una gran oportunidad para demostrar las habilidades, las capacidades y los talentos que tenemos para la mecánica y las ciencias exactas», añadió Valeria.
Ambas reciben clases teóricas y prácticas y se formarán en el laboratorio de electromovilidad del ITCA, el cual fue inaugurado con el apoyo del Ministerio de Educación (Mined) y cuenta con la última tecnología en simuladores, equipo didáctico y un vehículo eléctrico nuevo.
En el grupo de primer año hay otras 12 mujeres que aspiran a alcanzar el título de la especialidad técnica para demostrar que las mujeres tienen la capacidad de incursionar en profesiones técnicas.
Apoyo familiar
Las dos jóvenes provienen de familias que las han motivado a desempeñarse en cualquier rubro profesional; además, desde niñas aprendieron sobre conceptos de mecánica automotriz, reparación de vehículos, cambio de piezas, elementos eléctricos, entre otros.
Adriana explicó que su familia trabaja en el área de la mecánica automotriz y ese aspecto la motivó a interesarse en la profesión.
Por su parte, Valeria creció con sus hermanos, quienes le enseñaron el funcionamiento de los vehículos y las partes que lo conforman.
«Desde pequeña estuve involucrada en la mecánica, mi familia trabaja en esto y saben mucho de autos. Esa fue mi inspiración para estudiar para trabajar con ellos. A mí me gusta todo lo relacionado a los carros y también de las áreas mecánica y eléctrica», detalló Adriana.
Las dos futuras mecánicas especializadas en electromovilidad esperan ser una inspiración para que más mujeres puedan cursar esta carrera, la cual tiene una duración de dos años.
Tanto Adriana como Valeria saben que será un reto, pero están comprometidas en lograrlo. «A mí me motivó que desde pequeña he estado en esto, me crié con mis hermanos que les gustaba todo esto; desde entonces me ha interesado la mecánica, saber cómo funciona un vehículo. Quiero ser una profesional integral y ser un orgullo para mi familia y mi país», concluyó Valeria.