Su juventud ha sido el combustible que la mantiene activa en la búsqueda de su desarrollo profesional; y su hija, de siete años, es el corazón de todo lo que hace. Con una sonrisa fresca y agradable, María René Rebollo, mejor conocida como Mané Rebollo, deja claro que tiene el conocimiento, la experiencia y la capacidad para ejercer la abogacía, principalmente en el área del derecho mercantil.
Rebollo es una abogada y notaria con 14 años de experiencia en el trabajo jurídico, el cual ha desempeñado en instituciones públicas, organizaciones internacionales y en su propio bufete jurídico. Pese a su experiencia, su juventud hizo que algunos de sus colegas dudaran de su capacidad, algo que, según ella, fue una motivación más para salir adelante y demostrar su competencia.
«Recuerdo a mi primer cliente, fue una empresa desarrolladora de aplicaciones. Fui supernerviosa a la reunión. No tenía tanta experiencia, pero me supe desenvolver. Mandé la cotización con miedo, pero al día siguiente me contrató. A partir de ese cliente supe que esto era para mí. Eso fue hace tres o cuatro años cuando quise independizarme después de varios años trabajando en organizaciones internacionales y para oficinas gubernamentales», relata.
«Lo más difícil vino de parte de los cercanos profesionalmente. Cuando les dije que iba a independizarme y a crear una marca personal, muchos me dijeron que ni lo intentara porque nadie me iba a contratar. Eso te bajonea. Pero cuando comencé a funcionar y a demostrar mi capacidad, todo eso quedó atrás. Ahora son personas que me felicitan y me dan palabras de ánimo», comenta.
En la actualidad, Mané Rebollo ha logrado posicionarse en las redes sociales. Usa Facebook, Instagram y TikTok para brindar asesoría legal a sus seguidores y dar consejos sobre diversos procesos jurídicos, sobre todo, lo relacionado con derecho mercantil, de familia y corporativo.
«Cosas como estas te empoderan como mujer y, en realidad, estoy agradecida con quienes me confían su representación. Además, las redes sociales han sido una plataforma donde he podido desarrollarme y demostrar mi capacidad. Ahora trabajo con varias empresas que me han contactado por lo que han visto en redes sociales. Ha sido difícil, pero he demostrado que las mujeres podemos ser capaces y que ser jóvenes o madres tampoco son un impedimento», explica.
«La seguridad en uno mismo es importante, porque nadie contrataría a un abogado inseguro. Hay que entender que, para ser exitoso, independientemente de la carrera que sea, hay que saber venderse. En mi caso ha sido a través de redes sociales. Me encanta promocionarme en redes sociales. Mi experiencia ha sido muy buena en ese aspecto», agrega Rebollo.
La joven no se considera una «influencer» o un ejemplo a seguir. «No me considero así. Más bien, prefiero verme como una mujer que está demostrando que las mujeres podemos desarrollarnos en todos los sentidos. No necesito venderme como un ejemplo a seguir, sino que prefiero que sean las mismas mujeres y jóvenes las que vayan motivándose al ver lo que estoy haciendo».
Rebollo considera que aún tiene un camino largo por andar en su profesión. Sin embargo, tampoco deja de lado su lado maternal, y entiende que todo lo que hace es también un legado y un ejemplo que puede dejarle a su hija.
«Vivimos en una sociedad altamente exigente con nosotras las mujeres. Tenemos que ser buenas profesionales, buenas mamás, buenas amas de casa, buenas hijas, buenas personas. Es importante encontrar un equilibrio. No lo he logrado, pero lucho todos los días para organizarme y tener tiempo para todo, sobre todo, para mi hija. Las mujeres podemos salir adelante, pero no debemos olvidar que para todo hay que tener tiempo, para nuestra familia y para nosotras mismas», comenta.