El promedio mensual por remesa que recibieron las familias salvadoreñas entre enero y junio de 2023 fue de $316.8, según indica el último informe del Banco Central de Reserva (BCR), publicado ayer.
La institución bancaria estatal, además informó que la tendencia de crecimiento interanual de estas transacciones continúa y que, al primer semestre del año, reporta un acumulado de $4,019.7 millones, lo que significa un alza del 5.2 %, con respecto al mismo período de 2022 cuando totalizó $3,820.2 millones, una diferencia de $199.5 millones.
Asimismo, el BCR señaló que para consolidar esta cifra los emisores de las remesas realizaron 12.3 millones operaciones a través de canales como las empresas remesadoras, billeteras digitales de criptomonedas, agencias bancarias, efectivo y recargas telefónicas.
Además, el principal país desde donde llegó este dinero fue Estados Unidos con $3,744.5 millones y el 93 % de las transacciones del primer semestre de este año; le sigue Canadá por $37.3 millones y el 0.9 % del total de envío; mientras tanto, el país recibió $21.1 millones procedentes de España; $19.8 millones de Italia; $6.4 millones de Reino Unido; y $5.2 millones desde México. Estas naciones se ubican entre los mayores emisores de remesas.
El informe del BCR también detalla que el departamento que más remesas recibió en los pasado seis meses fue San Salvador con $821.7 millones, un alza del 20.4 % con respecto a la misma etapa de 2022; seguido por San Miguel con $450 millones y un crecimiento de 11.2 %; y en tercer lugar está La Libertad con una recepción de $326 millones y al aumento respectivo de 8.1 %.
EN JUNIO
Solo en junio, la recepción de remesas hacia El Salvador fue de $688.3 millones, lo que implica un incremento de $49.6 millones al compararlo con la cifra que llegó hasta los hogares salvadoreños en junio de 2022 que fue de $638.6 millones.
Según la institución financiera estatal, las remesas son un indicador importante de la economía nacional, ya que brindan soporte económico a alrededor del 31 % de los hogares salvadoreños y constituyen un flujo para la estabilidad de El Salvador, y que en promedio representan un 25 % del producto interno bruto (PIB) del país.
En El Salvador, la recepción de remesas muestra un franco crecimiento desde 2014 hasta la fecha, pese a que la economía internacional se encuentra complicada desde 2020 por los efectos de la COVID-19, la guerra entre Rusia y Ucrania, la crisis inflacionaria, entre otros factores.