El líder del movimiento libanés Hezbolá, Naim Qasem, aseguró este miércoles que su organización cuenta con decenas de miles de combatientes «entrenados» para afrontar al ejército israelí, y advirtió que ningún lugar en Israel está a salvo de sus misiles y drones.
«Tenemos a decenas de miles de combatientes de la resistencia entrenados, que pueden enfrentarse y aguantar» frente a Israel, declaró en un discurso televisado, al cumplirse 40 días de la muerte en un ataque israelí en Beirut del líder histórico de Hezbolá, Hasán Nasralá.
«Israel gritará [de dolor] bajo los misiles y drones, ninguna parte de la entidad israelí es inaccesible para nuestros drones y misiles», añadió Qasem.
La formación político-militar, afín a Irán, afirmó haber disparado misiles hacia el centro de Israel, aunque el tráfico en el principal aeropuerto del país, el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv, no se vio afectado, indicó una portavoz a AFP.
Hezbolá disparó cerca de 120 proyectiles hacia Israel, indicó el ejército israelí.
El Estado hebreo bombardeó a su vez los suburbios al sur de Beirut, feudo de Hezbolá, poco después del discurso de Qasem.
El líder del grupo islamista señaló por otro lado que la formación estaba «preparada», en caso de que Israel «optara por una guerra de desgaste».
«Pase lo que pase con el tiempo, nos mantendremos firmes (…) les haremos frente», insistió.
Qasem también aseguró que la negociación de un alto el fuego con Israel no depende del resultado electoral en Estados Unidos, donde se impuso el republicano Donald Trump, que volverá a la Casa Blanca.
«No apostamos por las elecciones norteamericanas. Gane Harris o gane Trump, eso no tiene ningún valor para nosotros», declaró el nuevo líder de Hezbolá, en un discurso grabado antes del anuncio de la victoria de Trump.
Las tropas israelíes y los combatientes de Hezbolá, aliados de Hamás en Gaza, empezaron a intercambiar disparos en la frontera entre ambos países el 8 de octubre de 2023, lo que obligó a miles de residentes de los dos bandos a huir.
Con el objetivo de permitir el regreso de los 60.000 habitantes desplazados del norte de su territorio, Israel lanzó a partir del 23 de septiembre bombardeos diarios en Líbano, y una semana después una ofensiva terrestre en el sur del país.