Por décadas, los políticos han demostrado que lo mejor es algo a lo que solo ellos pueden aspirar. Eso se ha manifestado en la opulencia de las oficinas de los funcionarios de alto nivel, en su estilo de vida y en los gastos sufragados con dineros públicos. La lógica era que «el pueblo se contenta con cualquier cosa», así sea de mala calidad, de mal gusto, ineficiente y obsoleto.
Así pasó con la televisión educativa. Los gobiernos del FMLN descubrieron que no se había modernizado nada en las gestiones de ARENA, pero la dejaron en igual o peores condiciones. Solo al final anunciaron un supuesto proyecto para convertirla en digital. En círculos especializados se dice que una unidad móvil para transmitir vía microondas estaba en venta porque no fue parte de una compra del Estado, sino de la empresa del partido. En todo caso, no apareció dentro de los activos del Canal 10. Ahora que empieza a modernizarse la televisión estatal hay críticas, pero son en defensa de las estructuras privadas que dieron el soporte ideológico y los fondos a las campañas de los políticos de antaño.
Lo mismo sucede en cada ámbito de la vida nacional. Así vemos que las escuelas en todo el país eran estructuras poco más que provisionales, apenas láminas sobre paredes temporales. Eran obras con poca visión.
Ahora que el gobierno ha anunciado que la campaña de vacunación se llevará a cabo en módulos especiales que están en construcción, vemos que las críticas se multiplican, los comparan con estructuras fabricadas en serie en otras naciones o con productos que no tienen la misma finalidad. Según los mismos de siempre, no hay razón para invertir en módulos que servirán para atender las futuras necesidades de salud de los ciudadanos, porque antes, cuando eran niños, cuando los vacunaban en la escuela, los ponían en fila, les subían la manga de la camisa y se usaba la misma jeringa para todos, porque la aguja se «esterilizaba» con la llama de una candela. ¿En serio, eso es lo que desean para sus hijos? ¿Tan acostumbrados están a la mediocridad que no aspiran a mejorar?
La infraestructura hospitalaria estaba en condiciones deplorables. Los trabajos que ha hecho el Ministerio de Obras Públicas han elevado el sistema de salud nacional y los módulos se sumarán a esta iniciativa.
No podemos, como nación, aspirar al desarrollo si mantenemos el conformismo que durante décadas se nos hizo creer que era lo mejor. Construir el futuro parte de nuevos sueños y grandes proyectos. Es hora de cambiar el rumbo de la historia.
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