En el municipio de Conchagua, La Unión, aún se conservan sitios considerados santuarios ancestrales que fueron habitados por los antepasados, y hoy son lugares sagrados para aquellos que les otorgan un alto valor histórico.
Sobre un sinnúmero de rocas en la parte más alta del cerro Piedra Rayada se evidencian los vestigios ancestrales con petrograbados escritos en lengua lenca, cada uno con un signo.
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Para quienes han profundizado en el mensaje grabado en las piedras, en este lugar escondido en una zona densamente boscosa, se trata de una profecía sobre una pelea por una serpiente del centro, que se disputa entre el cóndor del sur y el águila del norte.
«Los habitantes de Conchagua no comenzaron a residir acá después de la Conquista, sino que estuvieron mucho antes en estos lugares, y estas piedras hablan de ese tiempo y de esa memoria; por eso estos sitios son sagrados», explicó Alberto Hernández, guía turístico de Conchagua.
Al igual que los petrograbados de Piedra Rayada hay otros en los cantones El Melonal, El Farito y Yologual. También se han encontrado en municipios cercanos, pero en algunos casos el grabado es diferente.
Muchas personas en el oriente del país se han dedicado a explicar las figuras estampadas en las rocas, las que en su mayoría están compuestas de círculos, y en algunas también hay figuras de monos.
Los historiadores que se dedican a apreciar este tipo de sitios piden a los visitantes no alterar las piedras y guardar el debido respeto para mantener vivas las huellas de las generaciones pasadas.