Fue una tremenda velada la que vivieron los fans metaleros el pasado martes 1 de noviembre, en el Gimnasio Adolfo Pineda, de Santa Tecla, en donde una de las bandas icónicas del rock español, Barón Rojo, emprendió su último vuelo sobre las tierras cuscatlecas.
Diferentes generaciones de metaleros presenciaron el espectáculo, desde jóvenes veinteañeros, quienes probablemente han sido influenciados por los gustos musicales de sus padres, hasta adultos y los más conocedores de los orígenes del grupo. Todos reunidos para darle el adiós, a la que muchos consideran como una de las bandas de metal más emblemáticas en español.
De esa manera, el ensamble de los hermanos De Castro se despidió de su público a escala mundial con su gira denominada «El último vuelo, de laque El Salvador fue parte, dando un posible cierre a su larga carrera de más de 40 años, y dejando como legado un aproximado de 20 discos, entre recopilatorios, en vivo y de estudio.
A eso de las 9:30 pm, alzaron vuelo los cuatro integrantes de la banda, llevándonos por diferentes pasajes de su historia. La sorprendente energía de Armando de Castro, guitarra líder y «backing vocals», quien, a sus 67 años, se mantuvo muy activo durante todo el recital, que, junto a Carlos de Castro, el mayor de los hermanos, de 68 años, y cantante principal, juega un papel sereno, que contrasta con la personalidad del hermano menor.
Fueron aproximadamente dos horas y media de una descarga de música complaciendo a todos los conocedores de la banda, quienes escucharon y cantaron con mucha nostalgia los diferentes temas de la banda, de los cuales el público pudo escuchar canciones como: «Barón Rojo», «Siempre estás allí», «Resistiré», «Hijos de Cain», «Concierto para ellos», entre otros éxitos.
El sonido también fue justo para escuchar con suficiente claridad los temas inmortales de una banda que ha marcado la historia del metal en español con su estilo para tocar.