El Centro Urbano de Bienestar y Oportunidades (CUBO) de la comunidad Iberia, en San Salvador, se ha convertido en un espacio de sana convivencia, aprendizaje y diversión para niños, jóvenes y adultos que visitan el lugar a diario. De acuerdo con Patricia Linares, administradora de este CUBO, desde que las modernas instalaciones se inauguraron la afluencia de personas ha incrementado, ya que acuden para actividades recreativas y de aprendizaje, siempre cumpliendo con las medidas de bioseguridad como el uso de mascarilla y el distanciamiento social.
«Diariamente se lleva un control de las personas que visitan, y el rango anda de 150 a 180 personas por día, igual se lleva un control por semana y al mes son alrededor de 6,000 visitas. Por la pandemia se ha visto un flujo menor por el hecho de que estamos al 60 % de capacidad», detalló.
De esta forma, dicho CUBO funciona como un punto de encuentro tanto para los habitantes de la Iberia como para los niños y jóvenes de comunidades aledañas que se ven atraídos a participar en los talleres que se imparten.
«Nos visitan comunidades como Plan Piloto, la 22 de Abril, la Chacra, Concepción, La Paz, entre otras comunidades. Los jóvenes ven una gran oportunidad de formación en los talleres porque los ayudan a que se desenvuelvan, conocen la variedad de cosas y lo pueden aplicar en diferentes áreas», enfatizó Linares.
Dentro del CUBO se encuentran áreas para desarrollar las actividades de esparcimiento; entre estas, la zona para aeróbicos, el break dance, el área lúdica, la biblioteca física y virtual, entre otras.
Las personas que imparten los talleres forman parte del comité juvenil de la comunidad Iberia, y fueron capacitados por la Dirección de Reconstrucción del Tejido Social.
Refuerzo. Los niños a partir de seis años reciben refuerzos en diferentes asignaturas.
Algunos de los talleres implementados son batucada, danza, manualidades, fotografía y video, computación, entre otros. También, se brinda refuerzos escolares en inglés para niños mayores de seis años.
«Los talleristas son parte del comité juvenil de la colonia, los cuales imparten la variedad de actividades que tenemos, ya que a los jóvenes hay que darles una gama de varios talleres para que aprendan, y les llame la atención», expresó Luis Gómez, técnico de la Dirección de Reconstrucción del Tejido Social.
Por su parte, Miguel Orellana, bibliotecario del CUBO, manifestó que es una experiencia enriquecedora ayudar a los jóvenes que se interesan por la lectura.
«Ser bibliotecario es una gran experiencia, es un área que se aplica al currículum de la vida. Es muy grato estar al servicio de la gente de la misma comunidad de donde uno es y brindarle el apoyo al cien por ciento», dijo Orellana.
El joven también explicó que su mayor satisfacción es que los niños aprendan de forma positiva. «Lo que a veces no se les puede dar en las escuelas por la pandemia, acá se les está reforzando. Se les ayuda tanto con la tecnología como con los libros, y lo más importante es que pasan ocupados para no estar en cosas de la calle», dijo.